“La renuncia al estado de derecho puede acelerar las cosas pero las contaminará perniciosamente y por mucho tiempo, hasta que presidentes más lúcidos achiquen la brecha entre los discursos y sus actos. Esta crisis podría haber servido para mejorar el Mercosur, pero por este camino lo empeorará aún más”, comentó Codas.
Añadió que el bloque regional tuvo sus avances aunque no haya funcionado del todo bien desde el inicio.
“Los últimos presidentes del bloque se han esmerado en degradarlo más. El burdo pragmatismo, la pretensión de ideologización que siempre es pasajera según pasan los gobiernos, y la fuerza, han reemplazado al derecho”, indicó.
Codas señaló que el acta fundacional del Mercosur y los reglamentos son referencias voluntarias “y lo político en su aspecto menos honorable es el que sirve de sustento a las decisiones”.
“Los discursos grandilocuentes de vocación integracionista de los presidentes del bloque aparecen como cínicos cuando se los contrasta con sus actos. Los países pequeños como Paraguay y Uruguay deberían ser los más fervientes defensores de la institucionalidad”, afirmó.