Luego de una revisión por parte de un arquitecto local, quien recomendó no ocupar las salas de clase porque existe riesgo de colapso, los estudiantes del tercer ciclo y de la educación media dan clases en la intemperie, cuando el clima lo permite. En los días de intenso frío o de lloviznas, como ocurrió ayer en la zona, no pueden asistir para aprender las lecciones diarias.
La comunidad denuncia que, pese a la gravedad de la situación, desde la supervisión local insisten en que ocupen las salas que están en riesgo de derrumbe.
“Un arquitecto vio el pabellón y revisó los salones, por lo que nos recomendó no estar bajo ese techo que puede volver a caer”, explicó la directora de la institución educativa, Sully Oporto.
Reclamos. La educadora comentó que pidieron ayuda a la comuna local, que cuenta con recursos del Fonacide o de fondos propios para invertir en infraestructura escolar. No recibieron una respuesta favorable. “En la municipalidad nos dicen que no tienen más Fonacide para este año ni recursos propios”, explicó la directora. Aguardan una reunión con autoridades de la Gobernación de San Pedro, este lunes, para buscar la refacción de estos espacios antes de que termine el año escolar a fines de noviembre.
“Si no tenemos respuesta vamos a ir hasta el MEC central y de ahí, si no nos atienden, no queda otra que cerrar todo y manifestarnos. En este país las cosas funcionan así”, aseguró Oporto. Lamentó que en días en que el clima es adverso, los chicos no puedan aprender, más después de todas las consecuencias de la pandemia.
La Unesco alerta sobre la pérdida de años de aprendizaje tras la falta de clases presenciales en la región.