Sereno, Cuquejo, comentó que está recuperándose de un cuadro de bronquiolitis, que lo tuvo internado en el sanatorio Migone, a mediados de junio pasado, luego de las primeras declaraciones de Livieres. “Dios me da fuerzas para resistir a todo este trajín de la salud”, resaltó el arzobispo que en 2012 había sido internado en un hospital de Estados Unidos por un accidente coronario, que derivó en una polineuropatía.
En cuanto al problema con el obispo del Este no quiso emitir declaraciones. “No tengo opinión sobre esto. No tengo opinión, nada, así como si no pasó”. –¿Va a dejar en manos de Dios? –“Claro. No voy a hablar sobre esas cosas”, respondió y se despidió.
Este domingo, el prelado esteño reveló que “hay otro obispo y muchos sacerdotes que son homosexuales”. Y repitió que monseñor Cuquejo ya no debería estar en la Iglesia, a raíz de las denuncias que tuvo en su contra por homosexualidad.
“No tendría que estar desde el año... No recuerdo en qué año fue esto... 2007, 2008, 2009, en enero de uno de esos años, él renunció y se mandó la denuncia a Roma por fax, por e-mail, pero no la tramitaron a momento y él inmediatamente cambió de opinión”, indicó en una entrevista con Unicanal.
Toda la polémica que alborota a la jerarquía eclesiástica del país surgió cuando el arzobispo al ser consultado sobre la denuncia de abuso de menores contra el sacerdote argentino Carlos Urrutigoity, recomendó reabrir la investigación del caso que afecta a la mano derecha de Livieres. Esto molestó al obispo del Este y no paró de tirar dardos.
Desde la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), se lamentó que la pelea interna entre Cuquejo y Livieres haya trascendido. Los obispos visitaron a ambas partes y recomendaron un diálogo entre los dos y guardar silencio. Pero Livieres siguió declarando en contra del arzobispo y de sus pares.
Intervención. El conflicto entre los obispos guaraníes llegó a oídos del Vaticano. La semana pasada, el nuncio apostólico Eliseo Ariotti anunció que el papa Francisco enviará del 21 al 26 de julio al cardenal Santos Abril y Castelló, encargado de la basílica romana Santa María la Mayor, y al obispo Milton Luis Tróccoli, obispo de Montevideo.
Los enviados del Papa evaluarán la situación de la Diócesis del Este, luego de que surgieron las denuncias de pedofilia contra el cura Urrutigoity y sobre el supuesto mal manejo de los recursos del Seminario del Este, denunciado por laicos como Javier Miranda.
