Rodolfo López
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No fue un clásico brillante, futbolísticamente hablando. Pero fue un partido para ratificar que los chicos del Ciclón crecieron rápidamente y se recibieron de grandes. Nos imaginamos la presión de jugar un partido de esta naturaleza y tener enfrente al equipo más glorioso del país. Aunque no estaba en disputa la decisión de un torneo o una clasificación, siempre el cotejo entre Cerro Porteño y Olimpia tiene su carga de suspenso, por lo que pueda acontecer dentro del campo de juego.
Los jóvenes azulgranas no se “asustaron” ante semejante adversario, que incluso venía embalado por los tres triunfos conseguidos anteriormente. Se portaron a la altura esperada de todo buen futbolista. Es más, sorprendieron gratamente. Cerro es uno de los clubes que cuida su cantera, y ahora el plantel principal se está surtiendo de las promesas que son realidad. Libertad también se sumó en cuidar a las divisiones inferiores y de dotarlas de comodidades.
Olimpia fue un equipo desconocido, que no tuvo el mismo entusiasmo de las jornadas anteriores. No queremos pensar que subestimó al adversario porque puso un equipo alternativo. La virtud del elenco de barrio Obrero fue taponar todas las salidas del franjeado, que lógicamente quedó maniatado.
El sendero todavía es largo. Cerro consiguió un triunfo más que importante, por la jerarquía del rival y por la obtención de los puntos. Ahora, con el empate de Libertad ante el “12" es único puntero, e incluso teniendo un partido pendiente justamente ante el conjunto itaugüeño.