En el informe del indicador mensual de actividad económica del Paraguay (Imaep) del Banco Central del Paraguay (BCP) al cierre del mes de agosto mostró un crecimiento interanual de apenas 0,8%, debido a los resultados menos favorables en algunos sectores.
El crecimiento acumulado en la actividad económica se ubica en un 4,2%; sin embargo, hay que recordar que al pronóstico de expansión del producto interno bruto (PIB) por parte de la banca matriz es de un 4,7% para este año.
En el resultado de agosto se observó un desempeño positivo en algunos segmentos de servicios y la industria de las manufacturas; no obstante, hubo una retracción en la construcción y la ganadería.
En el comercio verifican un impulso positivo del lado de las importaciones, hoteles, restaurantes y la intermediación financiera.
Por su parte, se reportaron caídas en la actividad del transporte, servicios inmobiliarios y caída en la producción en fábricas de tabaco, azúcar, aceites, cuero y calzado.
De igual modo, una menor faena en la industria cárnica, tanto vacuna como porcina, dice el estudio del BCP.
ANÁLISIS. El economista y ex ministro de Hacienda Santiago Peña dijo ayer que estos números no se deben mirar aún con preocupación, pero sí con mucha cautela.
“Claramente el primer semestre tuvo números muy alentadores con una expectativa de crecimiento del 4,7%, pero estos últimos meses tuvieron números menos alentadores y seguramente el Banco Central hará en breve una revisión en su proyección de crecimiento para este año con base en lo que ha sido este tercer trimestre”, afirmó en diálogo con el programa Perspectivas, de la 1020 AM.
Esta situación se da por una combinación de factores, como por un lado, la incertidumbre habitual que genera en el mercado un periodo de transición de un gobierno a otro.
“Este cambio de equipos genera un impacto en el ritmo del gasto público, sobre todo por el lado de la inversión. En los últimos tres meses hubo una disminución con respecto al año pasado, ese es un factor coyuntural”, subrayó.
Donde sí hay preocupación es sobre el contexto regional, principalmente por lo que ocurre en las economías de Brasil y la Argentina con las que existe una estrecha relación de comercio, principalmente, en frontera.
Si bien, el país ha dejado de ser menos dependiente de ambas economías es imposible aislarse totalmente.
“Lo que tenemos que hacer en este entorno es debemos cuidar lo que se ha hecho bien en política fiscal y monetaria, pero tenemos que hacer más avanzando en reformas estructurales; un tema que es fundamental es la reforma en la seguridad social que si no lo hacemos es un enorme peligro a futuro”, destacó.
Recordó que justamente no haber hecho reformas en el ámbito de la seguridad social es una de las razones de debilidad económica tanto en Brasil como en Argentina, con costos fiscales muy altos.
“Tenemos que seguir aumentando la calidad del gasto público, principalmente, en la formación de capital humano, en salud y educación. Esto tiene un impacto a mediano y largo plazo”, resaltó.
También alentó a no frenar el ritmo de la inversión pública, principalmente, en el sector de la construcción de obras viales que ayudan a dinamizar la economía.
Finalmente, Peña reconoció que la situación laboral de un gran segmento de los ocupados es precario, pero para ello se debe buscar incentivar la formación profesional.