Los productores de cerdo, junto con el sector público, tienen la intención de llevar adelante un plan de comercialización y sanidad para reforzar los controles en frontera y evitar el ingreso irregular de carne porcina brasileña.
El problema –según explicó el referente del sector César Ros– es que el país vecino tiene cerrados casi todos los mercados mundiales para todas sus carnes, a lo que se suma la devaluación del real.
Esta coyuntura favorece el ingreso de esa carne sin mercado a los países cercanos, entre ellos Paraguay, trayendo competencia desleal a los productores locales con la presión de los precios, sin mencionar el peligro que esto acarrea para la preservación del estatus sanitario.
Otro detalle importante relacionado con todo esto, es que los productos sin control ponen en peligro la salud del propio consumidor, dijo.
“Estamos reuniéndonos para diseñar las medidas que nos permitan controlar por un lado ese ingreso, además un sistema que limite el tránsito por el territorio nacional”, manifestó Ros.
Ayer por la tarde, los representantes de la Asociación de Criadores de Cerdos, otras organizaciones, del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) se reunieron para avanzar sobre este posible plan.
Ros dijo que estas reuniones seguirán hasta obtener un sistema que favorezca un control en fronteras y el tránsito interno.
“Estamos viendo todas esas medidas que ayudarán primero sanitariamente porque se tendrá un mapa del volumen y movimiento de los animales, y se tendrá también el origen y el destino de esos animales”, explicó.
Así también recordó que como asociación han denunciado y pedido una investigación al Ministerio Público, pero que no ha tenido ningún avance. Ros dijo que hay indicios en la dinámica de los precios que indican que está ingresando carne y otros productos por las vías que no corresponden, por lo que insistirán ante la Fiscalía.