Por Nelson Avezada Girett
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La primera acción del presidente de Petropar, Alejandro Takahashi, tras asumir el timón de la petrolera estatal, fue borrar de la página web de la empresa la estructura de costo del gasoíl.
A pesar de los reclamos de los organismos de defensa del consumidor, esta entidad pública mantiene en secreto sus costos, cuando que administraciones anteriores ya habían institucionalizado la transparencia como política gubernamental.
Takahashi, sin embargo, niega a los ciudadanos la información de cuánto paga por el gasoíl, el premio que abona, el flete fluvial, el seguro de transporte fluvial, la inspección. Es decir, nadie puede saber el costo CIF de la empresa.
Por otro lado, dejó de proporcionar datos de los gastos administrativos y operativos, los intereses por compras financiadas, los honorarios de despachantes, servicio de valoración aduanera, impuesto selectivo al consumo, aporte intergubernamental y aportes al MOPC. Por tanto, Takahashi no revela sus costos con el expreso fin de mantener el gasoíl a valores muy altos.
LLAMA LA ATENCIÓN. No deja de sorprender que Transparencia, capítulo Paraguay, avale las licitaciones que regularmente realiza Petropar, a pesar de que esta empresa pública se niega a transparentar su estructura de costo. Periodistas de diferentes medios de comunicación ya hicieron conocer su inquietud sobre el punto a Transparencia Paraguay, pero esta organización sigue monitoreando las licitaciones. En su momento estuvo presente en la licitación de ampliación de la planta alcoholera de Troche.