La larga dictadura de Alfredo Stroessner nos ha dejado una pesada carga. Esta herencia de falta de conciencia cívica, desigualdades y corrupción endémica ha sido un obstáculo en estos 34 años que hemos vivido en esta democracia, que puede ser imperfecta pero siempre preferible a la barbarie del autoritarismo. Hemos conquistado derechos civiles y políticos y recuperado libertades, y hoy nos enfrentamos ante el más importante desafío que es lograr erradicar la corrupción que amenaza el propio sistema democrático.
De acuerdo con el informe de Transparencia Internacional, Paraguay volvió a posicionarse en 2022 como el segundo país más corrupto en la región. Además, señala que la corrupción en América Latina consolida la criminalidad.
El Gobierno de Estados Unidos volvió con sus sanciones esta semana. Esta vez, acusó al ex presidente de Panamá Ricardo Martinelli de estar involucrado en “corrupción a gran escala”. Para el mediodía de este jueves, la Embajada del país norteamericano en Paraguay anunció una nueva conferencia de prensa.
Combatir la impunidad, actuando de igual manera para todos, deberá ser la tarea del electo fiscal general Emiliano Rolón, sin permitir intromisiones que distorsionan la justicia. Sancionar a los corruptos haciendo caso omiso a la bandería política o a la presión del poder, tendrá que ser su norte para recuperar la credibilidad perdida de la Fiscalía. Deben acabar la inacción, la complicidad o la displicencia del Ministerio Público en las investigaciones para que estas finalicen con una sentencia acorde a los hechos cometidos y en estricto derecho.
Marc Ostfield, el embajador de Estados Unidos ante Paraguay, afirmó que la corrupción "es un gran peso que frena" al país y que está en manos de los paraguayos "elegir" si habrá un futuro "optimista" para la nación que conduzca a la transparencia y al estado de derecho.
La Cámara de Diputados se ratificó en su versión sobre las modificaciones al Código Penal, en la tipificación de los delitos de estafa y lesión de confianza, elevando las penas máximas a 15 y 26 años y medio de cárcel, respectivamente.
Los informes internacionales sobre el Paraguay coinciden casi siempre en un aspecto: nos definen como un país que demuestra poca capacidad para luchar contra la corrupción, porque no funciona el sistema legal de Justicia. Ese sistema alcanzó un alto grado de vileza cuando, en plena pandemia del Covid-19, con toda la humanidad viviendo en la incertidumbre, sin medicamentos ni medicinas, en el Paraguay hubo funcionarios que malutilizaron el dinero público destinado a la población, alcanzado así nuevos niveles de degradación.
Resulta muy frustrante tener que admitir que la impunidad se ha convertido prácticamente en la marca país. Esta comprobación es posible mediante la presentación que han realizado referentes de la sociedad civil y miembros de la Coordinadora de Abogados del Paraguay quienes denunciaron que alrededor de 37 expedientes de casos sonados de corrupción pública corren el riesgo de prescribir, y por ende quedar impunes. Es imprescindible que las instituciones se fortalezcan, de otro modo, nuestra democracia seguirá debilitada.
El titular de la Fundación CIRD reveló los puntos que trataron las organizaciones de la sociedad civil en la reunión mantenida con el enviado de Estados Unidos, Richard Nephew, a quien calificó como el "zar anticorrupción".
Mario Abdo Benítez reiteró este sábado que, a su criterio, el vicepresidente Hugo Velázquez debería renunciar a su cargo tras haber sido declarado significativamente corrupto por los Estados Unidos.