Desde que el pasado miércoles, una mayoría de 52 diputados decidieron convertirse en cómplices de su colega el colorado José María Ibáñez, las manifestaciones de repudio y escraches aumentan.
En ese sentido, la ciudadanía autoconvocada se reúne diariamente frente a la casa del legislador con permiso por 30 días. Ya realizaron pintatas en las paredes del domicilio, arrojaron papel higiénico, colocaron carteles en medio de cánticos pidiendo la renuncia del legislador. Anoche no fue la excepción y nuevamente se hicieron presentes para expresar su indignación.
Pero no solo Ibáñez sufre de los escraches; anoche fue el turno de otros cómplices, el diputado colorado Néstor Ferrer. Ciudadanos de San Lorenzo y Central llegaron hasta la casa del legislador para el escrache. Igualmente en caravana un grupo fue hasta frente a la casa en Asunción del diputado Arnaldo Samaniego (ANR), a quien repudiaron por blindar a Ibáñez.
Otros cómplices de Ibáñez, el también colorado Hugo Ramírez y la liberal María López, el viernes recibieron la visita de ciudadanos autoconvocados, molestos por la decisión que asumieron en defensa del delincuente confeso, que robó al Estado Paraguayo.