Presidente debe aprender a no burlarse del pueblo necesitadoLa actitud del presidente de la República ante el reclamo de un ciudadano desesperado por ayuda estatal para su hermano internado por Covid, en Villarrica, resultó desatinada, humillante y soberbia. “Yo no soy médico”, respondió. Es verdad, pero es el presidente del país. Tiene una directa responsabilidad en el funcionamiento de la salud pública, así como en la mayoría de los servicios, cuya gestión corresponde al Poder Ejecutivo. Además de su cuestionable gesto de evadir una obligación, ha sido lamentable su falta de empatía en disponerse al menos a escuchar a quien se acercaba a pedirle ayuda, en medio de la desesperación. Ojalá el jefe de Estado aprenda a atender los reclamos y, sobre todo, a no burlarse del pueblo necesitado. Ese mismo pueblo al cual Abdo Benítez debe todos sus esfuerzos.