El inicio de un nuevo Gobierno es siempre un buen momento para reflexionar sobre los desafíos que tenemos como sociedad, discutirlos, acordar y desarrollar una visión compartida y plantear los instrumentos más idóneos para seguir avanzando hacia el desarrollo y un mayor bienestar de la gente.
El elemento esencial para ello es el diálogo y la construcción de confianza entre los distintos sectores que nos permitan trabajar juntos de manera cooperativa, cada uno en su ámbito de actuación, para alcanzar la visión y los objetivos que nos planteemos. La construcción de confianza es un proceso complejo y requiere de señales de cambio de comportamientos.
Por ejemplo, uno de los factores que generan mucha desconfianza de la ciudadanía es la mala utilización de los recursos públicos. La reforma tributaria del 2004 incrementó la recaudación fiscal de USD 570 millones en el 2003 a USD 3.870 millones en el 2017. Sin embargo, algunas decisiones políticas como las realizadas en el presupuesto del año 2012 llevaron a que este incremento en los ingresos terminara en mayor gasto salarial que pasó de USD 423 millones a USD 2.500 millones en el mismo periodo, sin mejoras en los servicios públicos.
Por lo tanto, hoy la ciudadanía sigue reclamando mejor calidad de los servicios públicos, especialmente los de salud y educación. Por la mala educación, nuestros jóvenes están entre los de menor conocimiento en Matemáticas, Ciencias y Comunicación en América Latina, según pruebas realizadas por la Unesco.
Una mejor calidad de educación significa fundamentalmente mejorar la capacidad de los maestros para transmitir conocimientos de manera efectiva a los niños y jóvenes. Según una evaluación realizada a los maestros ese mismo año, la mayor parte de ellos no tienen las competencias ni los conocimientos acordes con los requerimientos para una educación de calidad.
Por lo tanto, es necesario un plan de capacitación y actualización profesional de los maestros para mejorar sus capacidades de enseñanza. Además, los maestros que ingresen al magisterio público en reemplazo de los docentes que se acojan a la jubilación, deben hacerlo por concurso y tener una formación mínima de Licenciatura en Ciencias de la Educación con especialidad en las áreas en las cuales impartirán enseñanza. En ambos casos, el MEC debe ofrecerles una remuneración competitiva con otras disciplinas profesionales y acordes con la experiencia en ellas para atraer y retener a las mejores personas en la docencia de aquí en adelante.
De esta manera, mejor calidad de educación significa un importante incremento en su costo, que necesariamente debe ser financiado con mayores ingresos tributarios para que sea sostenible en el tiempo. Para incrementar la recaudación tributaria se deben realizar ajustes en el sistema tributario, que eliminen los espacios de elusión, otorguen mayores instrumentos de control a la administración tributaria para castigar la evasión y que mejoren la equidad, tanto horizontal como vertical, en la cual se distribuye la carga tributaria entre los contribuyentes.
Más importante aún es buscar mecanismos que generen la confianza de que los recursos adicionales sean destinados a este propósito: la mejora en la calidad de la educación.
¿Cómo garantizamos que estos recursos no vayan nuevamente a contratar maestros incompetentes o al aumento indiscriminado de salarios a los maestros o, peor aún, a la jubilación y seguro médico vip de los parlamentarios?
La respuesta no es sencilla, es necesario dar señales de austeridad y blindar los recursos en el marco de una reforma educativa. El presupuesto público es definido principalmente por el Congreso Nacional. Lo más creíble sería un acuerdo nacional por la educación como compromiso público que involucre al Poder Ejecutivo, al Congreso, los partidos políticos con representación parlamentaria, a los sindicatos del sector y a los principales gremios empresariales.
Este es solo un ejemplo concreto sobre la necesidad de construir confianza para emprender las reformas necesarias para avanzar en el proceso de desarrollo. Es el desafío más importante que tenemos como sociedad actualmente y mucho depende de la actitud de nuestras autoridades.
