Con la aprobación en Diputados (con modificaciones) del proyecto de ley que introduce cambios en la ley de la Caja Bancaria, el Tesoro Nacional deberá aportar a esta entidad previsional la suma de 118.321 millones de guaraníes (USD 27 millones al cambio actual) a ser amortizados en diez años desde el 2013.
El artículo relacionado al aporte estatal para la Caja fue aprobado en ambas Cámaras, por lo que ya está sancionado, pese a que gran parte del articulado sigue en debate.
El monto que debe desembolsar el Estado será para la restitución del 50% de los aportes efectuados por los jubilados de dicha Caja desde enero del 2002 hasta la fecha, según la diputada Fabiola Oviedo y el presidente de la Caja Bancaria, Ángel Chamorro.
Con esta ley, el Congreso Nacional obliga al Estado a cargar durante diez ejercicios (USD 2,7 millones anuales) con la responsabilidad de la mala administración en la década pasada en el ente, la que prácticamente lo llevó a la bancarrota, por lo que los jubilados debieron aportar durante diez años parte de su jubilación mensual.
Esta nueva carga que deberá afrontar el Estado paraguayo, y en última instancia la ciudadanía, se suma ya a la situación crítica del Tesoro, que cuenta con un presupuesto deficitario este año.
El texto aprobado por el Senado establecía que todas las financieras y entidades afines debían aportar a la Caja Bancaria; en cambio, por moción del diputado Luis Gneiting, se modificó este artículo, especificando que sea opcional y sujeto a confirmación.
Esta disposición tendrá que ser aceptada por la Cámara Alta, o, en todo caso, deberá ratificarse en su postura inicial.
FONDO DE GARANTÍA. Diputados suprimió el artículo que crea el fondo de garantías y todos los relacionados con este, a sugerencia de la Comisión de Presupuesto. Este fondo debía haberse conformado con el 4% de las utilidades anuales de los bancos y de las demás entidades aportantes a la Caja.
Si el Senado acepta este cambio, el sector bancario se verá aliviado de tener que abonar anualmente un porcentaje de sus rentas para garantizar la sostenibilidad de la entidad.
ANTECEDENTES. La Caja Bancaria entró en una delicada situación financiera a mediados de la década de los noventa a raíz de la quiebra de varios bancos aportantes.
Para salvar la situación se aprobó una ley que redujo los haberes de los jubilados, en un principio hasta el 50%. Actualmente es de solo el 5%.
Además, desde esa época se suspendieron todo tipo de reajustes de los haberes jubilatorios, que rondan los G. 3 millones en promedio. Según Chamorro, quien aplaude la legislación, si se sanciona el proyecto de ley, se podrán otorgar nuevamente los reajustes.
LOS JUBILADOS YA NO VAN A APORTAR
La Cámara Baja aprobó igualmente la derogación de los descuentos extraordinarios aplicados por ley a los jubilados con el fin de sustentar la quebrada Caja de Jubilaciones de Empleados Bancarios.
Actualmente, el descuento efectuado al importe percibido mensualmente por los jubilados es del 5%, lo cual se dejará de cobrar automáticamente una vez promulgada la ley.
Por otro lado, se ratificó en la actual ley que habla sobre la edad de jubilación, que es de 60 años para hombres y mujeres.
En los peores años, este descuento llegó hasta el 50% del pago de los jubilados.
Esta precisamente es una de las reivindicaciones mayormente exigidas por la Caja Bancaria: el reembolso al menos del 50% del dinero que los empleados jubilados debieron aportar por diez años.
La legisladora Fabiola Oviedo, de la Comisión de Presupuesto, afirmó que consideran que ya no es necesaria la contribución de los jubilados y que corresponde a derecho la devolución de la mitad de lo abonado por quienes “ya habían aportado durante toda una vida”.