La fiscala Carina Sánchez, de Trata de Personas, se presentó ayer a la cárcel de Tacumbú y recorrió las instalaciones destinadas para las visitas íntimas, ante denuncias de ingresos irregulares de niños y adolescentes al lugar.
Luego de su constitución, la agente pudo corroborar que menores de edad obtuvieron permisos para pasar un fin de semana en las privadas. Sánchez se incautó de varias carpetas donde constan los permisos para niños otorgados por las autoridades del penal.
Destacó como uno de los casos más graves el de una adolescente de 17 años que obtuvo el permiso para ingresar junto a un interno que se hizo pasar como su tío, pero luego se confirmó que no tenían parentesco.
Este hecho hace sospechar a los investigadores la existencia de una red de prostitución que estaría funcionando dentro del penal, involucrando a adolescentes. “Los indicios podrían darse, hace mucho que se escucha que hay prostitución, con estos permisos se facilita ese tipo de hechos”, reconoció.
El sector de las privadas es un pabellón situado en medio del patio de la cárcel y la componen pequeñas habitaciones con una cama y aire acondicionado, donde los internos y sus parejas tienen permiso para permanecer hasta un máximo de 8 horas.
Fuentes penitenciarias afirman que el servicio es campo fértil para la corrupción, ya que algunos reclusos pagan para pasar con sus hijos un fin de semana o incluso más días. “Un niño no puede estar 2 días o 3 días en ese lugar insalubre”, dijo la fiscala.