Se tranquilizó la crisis interna en el Banco Central del Paraguay (BCP). Volvió la calma con la resolución que concedió los ascensos a más de 300 funcionarios de la entidad. Igualmente, la banca matriz acreditó en la cuenta de los funcionarios las gratificaciones que habían sido suspendidas y que habían generado una crisis en la entidad monetaria.
La resolución autorizó el ascenso previsto en la Ley de la Caja Bancaria, mientras que los pagos de las diferencias salariales serán acreditadas la próxima semana, según informaron funcionarios del BCP.
De acuerdo a las informaciones brindadas por directivos del sindicato de funcionarios del BCP, la mediación del procurador general de la República, Nelson Alcides Mora, fue fundamental para llegar a la solución del conflicto laboral.
En el enérgico reclamo, los funcionarios llegaron incluso a exigir la renuncia o destitución de la presidenta del BCP, Mónica Pérez, a quien consideraron incapaz de administrar la institución. Entre la serie de medidas, los funcionarios realizaron numerosas manifestaciones, incluso frente a la residencia de la presidenta, que según los gremialistas la obligó a que tome una postura más abierta.
Una de las críticas más fuertes de los funcionarios en contra de Mónica Pérez es la dilación excesiva para la toma de decisiones, que a criterio de los gremios es perjudicial para la entidad monetaria. Conforme a las denuncias que realizaron unos 10.000 documentos están cajoneados en el BCP, por retrasos en la toma de decisiones.
Uno de los ejemplos de la dilación de las decisiones fue el caso de la Resolución 8, cuya aplicación fue postergada a último momento, luego de meses de críticas por todos los sectores empresariales.