Si el hecho de ver a jugadores pasando de Cerro a Olimpia –y viceversa– se ha vuelto común en el panorama futbolístico, también lo son cada vez más los viajes de ida y vuelta.
El primer ejemplo conocido es el de Crispín Rafael Verza. El misionero, formado en Olimpia, después de seis años de carrera en el club de Para Uno fue transferido al exterior. A su vuelta, en 1979, fichó por Cerro, en donde no consiguió reprisar la buena campaña realizada en el franjeado. Pero en 1981 integró el equipo de Olimpia que ganó el tetracampeonato, y en el cual tuvo una actuación decisiva.
Miguel Michelagnoli, luego de volver al fútbol y jugar por Olimpia en 1980 (goleador del campeonato) y 1981, se fue a Chile, de donde volvió para jugar en el Cerro sensación de la primera rueda de 1983. En 1984 retornó al club de la avenida Mariscal López.
Crispín Maciel, compañero de Miguel María en el ’83, también se fue a jugar por Olimpia en 1984, y volvió al azulgrana en 1985. Es uno de los jugadores que hicieron goles en clásicos para las dos camisetas.
Mauro Caballero, máximo goleador histórico en los clásicos (junto a Aurelio González) tuvo un fugaz paso por Cerro en 1999. Llamativamente en el azulgrana no pudo marcar contra Olimpia.
Vuelto a la entidad de sus inicios, participó activamente en la obtención de la tercera Copa Libertadores (marcó el penal decisivo) y siguió haciéndole goles a Cerro.
Nelson Zelaya tuvo una carrera similar: fue tetracampeón con Olimpia, después ganó con Cerro el título de 2001 y volvió al Bosque para ser campeón de América en 2002.
Danilo Aceval, Néstor Isasi y Raúl Román son los ida y vuelta más recientes, con luces y sombras para ambos en cada etapa vivida en cada club. Casiano Delvalle y Juan Ramón Jara también integran esta lista. Emilio Martínez no pudo jugar en su vuelta a Cerro. Sin embargo, el del brasileño Robson Retamoso es el ejemplo más llamativo, pues en 1987 jugó en el equipo de Cerro que fue campeón luego de 10 años de espera.
Al año siguiente fue partícipe del campeonato obtenido por Olimpia e incluso marcó un recordado gol en el clásico de la primera rueda (2-2); también hizo de penal el que le dio la victoria al Decano en la Copa Libertadores.
A pesar de los antecedentes favorables, en 1989 retornó a Barrio Obrero... para volver a Olimpia en 1990, club en el cual formó parte del plantel que ganó la Copa y la Supercopa; además volvió a marcarle al Ciclón un gol de penal en un partido por el torneo continental.