Los parlamentarios, tanto de la Cámara de Diputados como de la Cámara de Senadores, en muchas ocasiones buscan desmarcarse de las decisiones que se asumen dentro de la plenaria al momento de votar sobre un proyecto en particular, principalmente si se trata de una situación que pueda afectar a algún colega.
Esto se dio hace una semana en la Cámara de Diputados cuando se trataron los pedidos de pérdida de investidura de los colorados, el oficialista Ulises Quintana y el cartista Tomás Rivas, y el liberal Carlos Portillo.
De acuerdo con el registro de la sala de sesiones, se encontraban 70 diputados presentes en el pleno, mientras que 10 estaban ausentes al momento de la votación.
Con la intención de no quedar mal con ningún sector, varios legisladores optaron por votar en blanco, lo que corresponde a la abstención; no votaron ni a favor ni en contra, pero en el cómputo final, como fue en los tres casos de pérdida de investidura, esto favoreció para que los acusados no fueran expulsados de la cámara por uso indebido de influencia, fehacientemente comprobado, causal establecida en la Constitución Nacional, en su artículo 201, para la pérdida de investidura.
Otros, como en el caso de los liberales Roya Torres y Ariel Villagra, aunque estuvieron presentes al momento de la votación, prefirieron no votar.
Para la pérdida de investidura de Portillo, 20 votaron a favor de la expulsión, mientras que 38 lo hicieron por el no, 10 se abstuvieron y dos no votaron.
Portillo está acusado por la Fiscalía por el hecho punible de tráfico de influencia, tras la difusión de un audio en el que se lo escucha hablar de un pago de USD 3.000 para lograr una resolución judicial.
En la votación del caso de Rivas, 19 de sus colegas votaron para que se le saque la investidura, pero 43 prefirieron blindarle junto a 6 que se abstuvieron y dos que no votaron. El cartista está imputado por cobro indebido de honorarios, estafa, expedición de certificados sobre méritos y servicios de contenido falso. El caso salió a la luz con una investigación de Última Hora que expuso el caso en febrero del año 2017, conocido como caseros de oro.
En cuanto a Quintana, 19 votaron a favor de su pérdida de investidura y 37 en contra, sumados a 7 que se abstuvieron y dos que no votaron, aunque estaban presentes.
El blanqueo a los tres parlamentarios se dio sin que en el pleno por lo menos uno de sus colegas manifieste una defensa pública a favor de ellos, sino más bien se limitaron a debatir sobre la reglamentación del 201, que hasta el momento no lograron consensuar ante el hecho de que un sector pretende imponer una versión inconstitucional de la mayoría absoluta.