Por Darío Bareiro
CAACUPÉ
Un bello pesebre se yergue en la copa de un árbol en la ciudad de Caacupé (Cordillera), como pago a la promesa hecha por unos padres de familia, en agradecimiento a que sus hijos obtuvieron trabajo en España.
Desde hace tres años, Dionisio Ortega, su esposa, Lucía Rojas, y sus hijos, realizan el pesebre en lo alto de un árbol, ubicado en la variante de la ruta 2 casi avenida Alberdi, a la entrada de la ciudad de Caacupé.
Ortega comentó que esta práctica forma parte de una promesa hecha al Niño Dios y que debe cumplirla durante siete años. La referida promesa la hizo después que sus hijos, que están en España junto con un yerno, consiguieran un puesto laboral.
El montaje de la estructura llevó un día y representa un tradicional pesebre campesino, que tiene como figura central al Niño que le había regalado a su hijo –un sacerdote– hace 29 años.
Los hijos de Dionisio Ortega que trabajan en el Viejo Continente son Diana y Javier Ortega, y están acompañados de su yerno, Augusto Giménez.
Los camioneros y ómnibus aminoran su marcha al pasar por el lugar para observar el curioso pesebre montado en el árbol.