El panorama no es auspicioso: hay cada vez más presos y menos espacio en las cárceles. El cierre de la penitenciaría de Tacumbú en diciembre pasado generó que la mayoría de las otras 15 cárceles hoy en día estén colapsadas. A esto hay que sumar que el 23 de abril pasado se llegó al tope histórico de 10.043 reclusos en todos los penales del país.
José Galeano, investigador del Mecanismo Nacional de Prevención a la Tortura, advirtió que si bien el cierre de Tacumbú fue una medida acertada, el nivel de hacinamiento en las cárceles es alarmante. Esto, teniendo en cuenta que hay cerca de 10 mil reos, pero el sistema penitenciario nacional solo tiene la capacidad de albergar a 6.524 presos.
Sobre el punto, Galeano recordó que antes de su cierre, Tacumbú tenía a unos 600 pasilleros, que ni siquiera tenían un lugar dónde dormir. Esta situación hoy en día prácticamente ya no se da, señaló.
En ese sentido, apuntó a que una forma de descomprimir las cárceles son las medidas sustitutivas, debido a que, a su criterio, existe un uso abusivo de la figura de la prisión preventiva por parte de los jueces penales.
“Solo el 27 por ciento de los presos saben hasta cuándo van a estar presos, porque ya tienen condena. A medida que va creciendo el número de reclusos, ese porcentaje se mantiene más o menos igual”, indicó el sociólogo.
De seguir la tendencia de los últimos cinco años, para fin de año la población penal alcanzaría la cifra de 10.500, y el año que viene el país podría llegar a tener 12.000 personas privadas de su libertad, mencionó Galeano.
INFRAESTRUCTURA. Por su parte, el viceministro de Justicia, Éver Martínez, afirmó también que en gran medida los niveles de hacinamiento responden al uso de la prisión preventiva. “Los jueces tienen parámetros de medición a la hora de dar prisión preventiva y muchas veces los procesados no tienen las condiciones para ser beneficiados con las medidas alternativas, no quisiera hacer un juicio de valor sobre el trabajo de los jueces”, expresó.
Justamente para tratar este problema, representantes del Ministerio de Justicia mantienen reuniones sobre el tema con la Corte Suprema, contó. El viceministro relató que, paralelamente, se realizan construcciones en distintos penales para tener mayor infraestructura. “Tacumbú no daba para más. Había una situación de tensión permanente”, sostuvo.