EFE
Bogotá
Estudiantes latinoamericanos revelaron ayer a medios de prensa de sus países detalles desconocidos de la matanza en la Universidad Politécnica de Virginia, como el hecho de que el asesino, Cho Seung Hui, preguntase a algunas de sus víctimas si sabían dónde estaba su novia antes de disparar.
“Los puso en línea (a los alumnos) y les preguntaba: ¿usted sabe dónde está mi novia? Luego les disparaba”, contó a Radio W Sebastián Hoyos, un colombiano que se dirigía a clase cuando comenzó en el centro conocido como Virginia Tech la peor matanza registrada hasta ahora en una universidad de EEUU, con 33 víctimas.
Según las últimas versiones, el asesino habría tenido una fuerte disputa con su novia por un caso de infidelidad. Las investigaciones apuntan a que las primeras víctimas de Cho fueron su novia y un estudiante, que habría intentado mediar en la discusión.
Hoyos, natural de Pereira, es uno de los estudiantes latinoamericanos de esa universidad que han hecho declaraciones a los medios de sus países dando a conocer nuevos aspectos de la masacre, de la que todavía quedan muchas incógnitas por resolver y de la que en EEUU se está informando con cuentagotas.
Treinta y dos personas fueron abatidas a tiros por el surcoreano Cho Seung Hui, quien se quitó la vida después de que por motivos desconocidos se dedicará a convertir la universidad en un infierno.
ASESINO TENAZ. “No nos imaginábamos que iba a ser tan tenaz. Poco a poco supimos que mataba a más y más gente. Nos contaron que había una clase que trató de bloquear la puerta para que el tipo no se metiera y él disparaba”, agregó Hoyos.
El chileno Eduardo Arellano, que cursa un doctorado en Ciencias Forestales, dijo al diario El Mercurio que el segundo tiroteo lo sorprendió cuando iba a clase, tranquilizado por un email de la universidad que había recibido tras el primer incidente, en el que se le informaba que “todo estaba bajo control”.
Su compatriota Pilar Jano, estudiante de una maestría en Economía, afirmó a Radio Cooperativa que hubo “negligencia” de las autoridades universitarias que no tomaron medidas en las dos horas que mediaron entre el primer y segundo tiroteo.
La argentina Laura Alstaedter, profesora de castellano, relató a Clarín que durante las horas de pánico que vivió junto a quince alumnos, algunos “se lanzaban bromas mientras otros espiaban agazapados junto a las ventanas”.
Luego del segundo tiroteo en la zona conocida como “Norris Hall”, ubicada cerca de donde Laura enseñaba, evacuaron por las dos escaleras traseras y ya en el exterior vieron las calles “saturadas de patrulleros, ambulancias y policías”.
Manifestación de la Cruzada
La Cruzada Mundial de la Amistad expresó su preocupación por los acontecimientos ocurridos en la universidad de Virginia Tech.
En representación de la organización, su presidenta, la licenciada Cafi Esgaib de Agüero, señaló que este tipo de hechos demuestra la necesidad de promover el valor de la amistad y la solidaridad en el mundo. Agregó que la Cruzada Mundial de la Amistad, fundada por Artemio Bracho, expresa su solidaridad con las familias de las víctimas y pide a la población mundial trabajar por el fortalecimiento de los valores humanos del respeto mutuo, el perdón, la tolerancia y el amor.