Con la presencia de diez mandatarios sudamericanos, arrancó ayer la Primera Cumbre Energética celebrada en Isla Margarita, Venezuela. La cita gira en torno a la discusión sobre la construcción del Gran Gasoducto del Sur y un gasoducto transcaribeño desde Venezuela para encontrar mecanismos de fortalecimiento de la integración.
Sin embargo, el encuentro presidencial está marcado por la disputa entre los mandatarios Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) y el anfitrión, Hugo Chávez (Venezuela).
La producción del etanol (combustible alternativo producido a partir de la caña de azúcar o del maíz) se constituye un escenario en el que pugnan dos proyectos energéticos, según el informe de las principales agencias internacionales de noticias.
Por un lado, está el Gobierno brasileño, que se ha convertido en el principal defensor del producto como sustituto del petróleo. Y de esa forma convertirse en el líder internacional en la producción de este carburante.
En contrapartida, el presidente Chávez y los gobiernos de Cuba y Bolivia consideran que la producción de etanol, sobre todo el procedente del maíz, provocará una crisis planetaria y elevará los precios de los alimentos, como lo ha reconocido el propio Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según estos gobiernos, la obtención de combustible de sembrados de maíz afectará la seguridad alimentaria de la región. “¡Nadie quiere sembrar frijoles sino maíz, pero no para hacer tortillas y pan (...), sino para vendérselo a EEUU, para que haga etanol para sus vehículos. ¡Eso es una locura!”, reclamó el presidente Chávez.
Por su parte, Lula dijo que no conoce la base técnica o científica de esas críticas. “Yo espero que tengamos oportunidad de discutir un poco ese asunto”, remarcó.
Según su opinión, “Brasil y otros países sudamericanos tienen una inmensidad de territorio en el que pueden combinarse la producción de oleaginosas para producir biodiésel, de caña de azúcar para producir etanol, y al mismo tiempo producir alimentos”.
EQUILIBRIO. El presidente argentino, Néstor Kirchner, asume una posición más equidistante a fin de reforzar la sociedad energética y comercial con Hugo Chávez, como en la necesidad de desarrollar otras fuentes energéticas.
Es más, el anfitrión venezolano ya mantuvo un encuentro bilateral con su homólogo argentino.
Acuerdos
En el marco del encuentro regional, los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, firman un acuerdo para formar dos empresas mixtas para construir un conjunto petroquímico que incluirá una planta de etileno y otra de polipropileno en el Complejo Criogénico de José. El presidente brasileño consideró que además está coyuntura le permitirá a Venezuela tener “lo que en medio siglo se le negó con la exportación de petróleo, muchas veces a un precio insignificante”. Ambos gobiernos destacan la importancia del acuerdo.
Brasil apoya integrar el Banco del Sur
Los presidentes de Sudamérica mantuvieron su primer encuentro en el marco de la Cumbre Energética en busca de consensos en su agenda, que incluye el Banco del Sur, planteamiento impulsado por el anfitrión venezolano, Hugo Chávez.
El Gobierno de Brasil aceptó en vísperas de la cumbre integrar ese Banco del Sur, al que había sido reticente y ahora falta apenas la adhesión formal del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, informó el ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, de acuerdo a informes brindados por los medios periodísticos que asisten a la cumbre. Dos grandes opciones para la integración energética serán presentadas a la cumbre. Por un lado figura la construcción del llamado Gran Gasoducto del Sur, que propone Venezuela. La segunda cuestión es el impulso a los biocombustibles, especialmente el etanol, a partir de la caña de azúcar, complementario a la gasolina que Brasil quiere llevar al resto de la región.