Miguel H. López
Su formación diversa y multidisciplinar –ya producto de su inquebrantable búsqueda y curiosidad– lo llevaron a recorrer desde la contaduría pública, la arqueología, la historia, la docencia y otras ramas de las ciencias sociales y humanas. Gracias a su trabajo minucioso, científico y militante de la cultura, mucho del patrimonio nacional sigue existiendo. Una de sus principales cruzadas fue el salvataje de la Casa de la Independencia de la que después fue primer director general durante 40 años. De no haber existido Pusineri Scala, posiblemente no se tendría ni vestigios del lugar fundacional de la liberación del dominio español que dio paso al surgimiento del Estado-Nación. También le deben su permanencia física el Museo Doctor Francia de Yaguarón, las Ruinas de Humaitá, el Oratorio Cabañas, la Casa Bernardino Caballero, la Fundición La Rosada en Ybycuí, el Museo del Colegio Nacional de la Capital y el Fuerte de San Carlos.
Su museo y colección
El museo que impulsara con esfuerzo propio (Lugano 1135 e/ Hernandarias y Don Bosco), y que lleva su nombre al igual que la fundación que lo sostiene, guarda su incalculable colección acumulada desde los 7 años, cuando acompañaba a su madre, Adelina Scala, presidenta voluntaria del Hospital de Sangre de la Armada durante la Guerra del Chaco, a asistir a los heridos. Al lado de su padre, el industrial Claudio Pusineri, tuvo además cercanía con los soldados bolivianos que eran contratados en las fábricas tras el conflicto bélico.
Como parte de las conmemoraciones de los 100 años de nacimiento, la Fundación Carlos Pusineri Scala organiza ese día una cena benéfica a las 20.30, en la explanada del World Trade Center (Aviadores del Chaco 2050 casi Santa Teresa). La recaudación será para mantener la herencia legada por el historiador al estudio, la investigación y el disfrute. Actualmente se encuentran clasificados y disponibles arte sacro, popular, pictórico colonial, arte indígena, muestras de materiales etnográficos, objetos bélicos de las guerras del 70 y del Chaco; y su nutrida biblioteca, aunque por falta de fondos no abre al público.
Pusineri Scala tuvo una prolífica producción en libros, textos, artículos, folletos científicos e históricos. Quienes fueron sus estudiantes en los colegios secundarios y en la universidad lo recuerdan por su obstinada dedicación al estudio y salvaguarda de edificios históricos, recuperaciones arqueológicas e investigaciones patrimoniales. En su labor de estudio y búsqueda de vestigios materiales de culturas indígenas llegó a trabajar con la esencial etnóloga eslovena, nacionalizada paraguaya, Branislava Susnik, quien en marzo de 2020 cumplirá póstumamente 100 años de nacimiento.
En su recorrido por estas latitudes hasta los 82 años cuando fallece (15 de agosto de 2002), el profesor de varias generaciones, incluyendo la Academia Diplomática y Consular de la Cancillería, representó al país en innumerables cónclaves, congresos y convenciones internacionales. A nivel local su trabajo fue distinguido con la medalla del Instituto de Historia y Museo Militar del Ministerio de Defensa (1958), medalla Honor al Mérito del Ministerio de Defensa Nacional (1960), medalla Honor al Mérito del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, la Orden Nacional del Mérito, en el Grado de Comendador (1995), entre las más importantes. Formó parte de importantes colectivos y asociaciones, entre ellas la Academia Paraguaya de la Historia, la Academia de la Lengua y Cultura Guaraní, del Instituto de Numismática y Antigüedades del Paraguay, de la Sociedad Científica del Paraguay y de la Sociedad Indigenista del Paraguay.
Carlos Pusineri Scala cumpliría 100 años el próximo 29 de noviembre. Coleccionista de alma, donó al país invaluables colecciones y salvó la Casa de la Independencia.
