11 nov. 2025

Cautela ante incierto escenario macroeconómico en el 2017

El año 2016 se cierra con algunos indicadores macroeconómicos en movimiento y con expectativas de agentes económicos que exigirán una atenta mirada de las autoridades en la materia. Por un lado, el esperado aumento de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos de América tendrá algún impacto a nivel nacional. Por otro lado, el repunte de la cotización del dólar también puede tener efectos en la economía paraguaya, aún difíciles de valorar. Este escenario incierto a nivel macroeconómico, que se suma a la retracción de las economías regionales, obliga a autoridades, agentes económicos del sector privado y a la ciudadanía a tomar sus decisiones con precaución para no poner en excesivo riesgo las condiciones micro y macro de la economía en 2017.

Aunque Paraguay presente expectativas optimistas con respecto al PIB el próximo año, el escenario regional es menos alentador, a lo que se agrega la incertidumbre que genera la salida del Reino Unido de la Unión Europea, la evolución de China y la asunción de Donald Trump en los Estados Unidos de América.

Menos inesperado fue el incremento de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal, ya que semanas atrás su presidenta señaló que, dado el mejoramiento de la economía norteamericana en los dos últimos años, ameritaría un incremento del indicador señalado.

A nivel nacional, el repunte de la cotización del dólar de las últimas semanas agrega algo de incertidumbre, a lo que se suman las expectativas de los agentes económicos sobre una tendencia al alza que persistirá en 2017.

La estabilidad macroeconómica verificada en Paraguay durante muchos años, tan preciada y exitosa, puede enfrentar algunos problemas, dado que el contexto nacional cambió hacia una economía más endeudada en dólares y con déficit público.

En estas condiciones, tanto los agentes económicos empresariales nacionales que quieren invertir como la ciudadanía que busca ahorrar y consumir deben ser sumamente cautelosos en sus decisiones económicas en 2017, sobre todo si se encuentran endeudados.

Por otro lado, las autoridades económicas deben monitorear permanentemente el contexto internacional y las vías de transmisión de sus efectos a la economía paraguaya, así como los indicadores macroeconómicos nacionales.

Tanto el Ministerio de Hacienda como el Banco Central deben poner, por encima de cualquier interés particular, la estabilidad macroeconómica a corto plazo y sus efectos en el largo plazo. Toda decisión que estas dos instituciones tomen tendrán impacto no solo en las economías familiares y empresariales en el presente, sino también del futuro.

Las autoridades son temporales, mientras que la institucionalidad y los logros macroeconómicos acumulados en los últimos años son patrimonio de todos los paraguayos; por lo tanto, deben actuar con evidencia empírica rigurosa y con proyecciones de resultados a largo plazo.

Paraguay, al ser un país pequeño pero sumamente abierto, con desafíos muy importantes en materia de desarrollo, requiere de políticas macroeconómicas de corto, mediano y largo plazos y autoridades que ejerzan sus competencias con responsabilidad.

La complejidad del contexto nacional e internacional de los próximos años exige el compromiso público irrestricto con el bien común.