Los que rodean y apoyan a Castiglioni afirman que Duarte Frutos ya definió que el vicepresidente será el candidato presidencial colorado del oficialismo en el 2008, si no sale la reelección.
Tan convencidos están los colaboradores del segundo del Ejecutivo que empiezan a distribuirse funciones tanto para la campaña proselitista, así como para un futuro gobierno a cargo del joven político que, dicen, tiene el respaldo de los Estados Unidos.
Los que siguen al titular de la ANR sostienen que en realidad Duarte Frutos lanzó un “globo sonda” para luego definir quién será su delfín; y que una de las pruebas que confirmarán esta estrategia es la artillería de cuestionamientos que será lanzada en breve desde las bases en contra del vicepresidente.
Los que apoyan a Víctor Bernal están un poco más callados y prudentes, aunque no dejan de lanzar, aunque de manera tímida, la versión de que realmente el candidato será el titular de la binacional Itaipú. Se sabe que, al menos hoy, el “poderoso” Bernal está lejos de esa posibilidad.
Tantas versiones. Lo cierto es que, hace unos días, el propio Duarte Frutos hizo correr, a través de los medios de comunicación, la información de que Castiglioni ya tiene la bendición.
Unos días después invitó a Alderete a viajar con él a la cumbre del Mercosur, que será en el Brasil, donde su amigo, si va, podrá codearse con los mandatarios de la región como una suerte de “presentación”.
Castiglioni, en una encuesta hecha por Última Hora Digital en la web donde votaron más de 1.600 visitantes, logró una ventaja de casi 20% sobre Alderete y Bernal, aunque la opción “ninguno” se llevó la mayor cantidad de votos, con un 40%. El vicepresidente acumuló el respaldo del 25% de los lectores digitales, mientras que Alderete y Bernal, que terminaron en último lugar, solo el 6% cada uno. En segundo lugar se ubicó la ministra de Educación, Blanca Ovelar, con el 13%, y en tercer puesto el disidente Alfredo “Goli” Stroessner, con el 10%.
No es la primera encuesta en la que Castiglioni aparece en primer lugar. De hecho, todas lo ubican en ese sitio privilegiado. Precisamente esa es su fuerza, la imagen que proyecta.
Aunque se afirma que Nicanor ya “decidió" quién será el candidato presidencial, se presagia una fuerte lucha interna, que será clave para la bendición final. En esa disputa solo hay espacio para dos: Castiglioni, que tiene a su favor las encuestas, y Alderete, con el aparato de la Junta de Gobierno a su lado. R.F.