La manifestación culminó con las palabras de los religiosos y del sacerdote Francisco de Paula Oliva, más conocido como Pa’i Oliva, considerado uno de los referentes de la lucha de los campesinos de Marina Cué, informó el periodista de ÚH Raúl Ramírez.
Familiares de los campesinos caídos en la masacre de Curuguaty, presos por la causa y asentados en Marina Cué, acompañaron la actividad junto con representantes de la Conferpar.
Guillermina Kanonnikoff, víctima de la dictadura, explicó que la representación realizada rememora una de las historias contadas en el Antiguo Testamento.
“Lo que se hiciera en el Antiguo Testamento, por tanta injusticia y tanta exclusión, hicieron siete vueltas y cayó el muro de Jericó. Lo que queremos es que caigan las injusticias. La Iglesia acompaña el caminar de la gente pobre. Consideramos que esto es lo más grave que ha ocurrido en este tiempo de democracia”, manifestó.
El “muro de Jericó” hace referencia a una historia bíblica del Antiguo Testamento. Según los textos sagrados, el pueblo de Israel, liderado por Josué, rodeó el muro de la ciudad de Jericó por orden divina y logró derribarlo para poder ingresar y tomar la ciudad. Los religiosos utilizan el hecho como símbolo de lucha contra las injusticias.