Trump y su equipo han rechazado en reiteradas ocasiones los reportes sobre el “hackeo” ruso, calificándolos de “ridículos”, y afirman que los demócratas están molestos con la victoria del magnate republicano sobre Hillary Clinton en la elección presidencial del 8 de noviembre.
Sin embargo, los funcionarios estadounidenses dijeron, bajo condición de anonimato, que la comunidad de inteligencia local confía en que su evaluación de los ciberataques rusos es correcta. “Esto comenzó como un esfuerzo para mostrar que la democracia estadounidense no es más creíble que la versión de Putin”, sostuvo una de las fuentes.
“Gradualmente evolucionó hacia la publicitación de las deficiencias de (Hillary) Clinton, ignorando el producto del ‘hackeo’ a las instituciones republicanas, algo que también hicieron los rusos”, agregó.
Para el otoño boreal, sostuvo el funcionario, la campaña pasó a ser un esfuerzo para ayudar a Trump porque “Putin creía que sería más amigable con Rusia, especialmente en lo referente a las sanciones económicas”, que la candidata demócrata.
Más temprano, el canal de televisión NBC News informó que funcionarios de inteligencia estadounidenses tienen “un alto nivel de confianza” en que Putin estuvo personalmente implicado en la cibercampaña. El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo que el reporte lo había dejado “boquiabierto” porque carece de sentido.
Por su parte, el presidente electo Trump planteó nuevas interrogantes sobre el supuesto papel de Rusia en los ciberataques y el momento elegido por el Gobierno de Barack Obama para actuar.
Obama dijo que había advertido a Putin acerca de las consecuencias por esta actividad y la semana pasada ordenó una revisión de las agencias de inteligencia.