06/04/07
“Pidamos perdón por los parlamentos que se olvidaron de Dios y quieren matar a los no nacidos o a los ancianos”, subrayó Rodríguez durante el Vía Crucis del Viernes Santo en Tegucigalpa.
El religioso también pidió por los pobres de Honduras y las víctimas de la guerra en varias regiones del mundo, principalmente “por todas las guerras silenciosas del África que ni siquiera son noticia”.
La procesión del Vía Crucis que encabezó el cardenal y arzobispo de Tegucigalpa fue seguida por centenares de católicos.
Rodríguez dijo que hay que pedir perdón por todas aquellas estructuras de poder que en vez de valorar y defender la vida, promueven la muerte, y por los responsables de tantas muertes que viven en la impunidad.
“Cuánta gente hoy se rifa los países, se rifan los bienes que pertenecen a todos, nada quieren dejar a los pobres, solo miseria y hambre, qué triste es la ambición, la codicia, la corrupción, el robo, la acumulación de tierra, de casas de poder económico y político”, enfatizó.
Según Rodríguez, hoy se despoja al pobre de sus bienes cuando no tiene cómo pagarle a un banco o a un profesional.
“Al campesino se le despoja de su tierra por unos pocos lempiras (moneda nacional) de una deuda impagable, mientras se perdonan las deudas de aquellos que tienen como pagar”, expresó el arzobispo.
Añadió que “todo se le puede quitar al ser humano, menos su dignidad, la capacidad de amar, la posesión de la verdad, esa fue la herencia de Jesús”.
Destacó que en los tiempos actuales en Honduras y otras regiones muchos seres humanos son condenados injustamente de por vida en las cárceles y otros al desempleo.
Los campesinos son condenados a la miseria, muchos seres son expulsados de su propia patria y condenados a morir en el extranjero.
El cardenal criticó a los que con “la lengua, la murmuración y el chisme destruyen famas y personas”.
“Es bueno que nos preguntemos qué cruces son las que se le imponen al pueblo hoy día, las de la pobreza, la enfermedad, la injusticia, que son cruces que no tienen sentido”, matizó.
Indicó que el mundo actual es de muchas injusticias y violaciones a los derechos humanos, y que hay quienes caen, como Jesús cuando cargaba la cruz, porque “no pueden comprar la comida de sus hijos porque el sueldo no les ajusta (alcanza)”.
Criticó a los que idolatran a falsos dioses y solo ambicionan el poder y tener dinero a toda costa.
Agregó que la Virgen María es la imagen de muchas madres hondureñas que sufren por la muerte y abandono de sus hijos, algunos de los cuales están en las cárceles sin poder hacer nada por ellos.
Otras mujeres sufren por la violencia en el hogar, por los hijos que han tomado el camino equivocado, por la pobreza y el abandono, y tienen muchas veces que cumplir al mismo tiempo el papel de padre.
El prelado señaló que ahora incluso se mata hasta para robarle un teléfono móvil a una persona, y que hay que ayudar al que sufre, al pobre, al enfermo, al incrédulo, al anciano o al que no tiene apariencia. EFE