El fiscal general del Estado, Rubén Candia Amarilla, en entrevista concedida a varios medios, afirmó que no tenía razones para renunciar y que hasta quisieron culparlo de una muerte que no existió. Refirió que se pretende “instalar el temor paralizante”.
Candia Amarilla llegó a insinuar que el propio Lugo y su entorno tramaron la violenta manifestación con el objetivo de forzar su salida, así como la de los ministros de la Corte Suprema de Justicia.
“Están buscando sus muertos que lo instalaron en una criatura de 8 meses que nunca apareció ayer y, entonces, para instalar las responsabilidades de esas víctimas -que ojalá nunca tenga- a la no renuncia de un fiscal general del Estado”, apuntó.
Remarcó que la finalidad encubierta de los reclamos campesinos “era aquello que iban dirigidos y orientados en el ámbito político, la de pretender instalar la necesidad de copamiento de los demás poderes del Estado con un signo de amedrentamiento”.
Aseguró que quedó demostrado con la acción directa que ejercieron los manifestantes “que esa provocación ha sido aviesa y promovida directamente de estos”.
Acotó que se usaron los capítulos “indeseados, como son los niños y las mujeres. Los verdaderos responsables son aquellos que se encubren detrás de estas pobres e inocentes personas que en sus necesidades extremas no tienen otra cosa que ser utilizadas como carne de cañón en las manifestaciones”.
Remarcó que había un deliberado propósito de “desestabilizar, generar propiamente la crisis y tratar de arrastrar esa crisis a un supuesto descontento generalizado”, que podría provocar su caída.