De esta manera, pese a la fuerte caída de 6,5% interanual en el segundo trimestre (la más significativa en 20 años), la economía muestra un mejor comportamiento del que era previsto al inicio de la pandemia de la enfermedad por Covid-19.
Miguel Mora, economista jefe del Central, aseguró que los números elevan la posibilidad de ajustar al alza la estimación de caída del -3,5% que la banca matriz había realizado –a finales del mes de julio pasado– para finales de 2020.
OFERTA. Desde el punto de vista de la oferta, las actividades con mayor incidencia negativa en el comportamiento interanual fueron los servicios, ciertas ramas de la industria, electricidad y agua. El bajón más pronunciado se registra en los servicios, de 4,4% entre enero y junio.
Sin embargo, la suba de la agricultura y la ganadería, así como las construcciones, incidieron positivamente, atenuando el resultado interanual. Entre estos, destaca que el segmento de la agricultura acumula una expansión del 18,8% al cierre del primer semestre de este año.
En lo que respecta a las construcciones, el aumento registrado fue del 9,4% a junio. Conforme a los análisis del BCP, el comportamiento estuvo influenciado por el mayor dinamismo observado en la ejecución de las obras, principalmente las públicas.
GASTO. Desde la perspectiva del gasto, los componentes con mayor incidencia negativa fueron el consumo privado, que cayó 7,5% en el segundo trimestre y acumuló una variación negativa de 3% hasta el sexto mes del año; y la formación bruta de capital, con una baja de 14,9% entre los meses de abril y junio.
Con base en datos del BCP, analistas del sector privado esperan una menor retracción del PIB para el cierre del año, con relación a las perspectivas que se tenían al inicio de la pandemia. Los cálculos oscilan entre -1% y -2%.