Dado el momento de culminación de las cosechas de soja y maíz zafriña, las precipitaciones son bien recibidas por los productores trigueros y de otros rubros vigentes en esta época, ya que los cultivos comenzaban a presentar estrés hídrico. Además del trigo, rubros como sorgo y aquellos de la agricultura familiar ya estaban sintiendo la sequía de más de varias semanas en la zona. Por eso las últimas lluvias son muy beneficiosas para todo el movimiento agrícola de la región, así como también para los campos ganaderos. “Tenemos parcelas del cereal que están en pleno desarrollo vegetativo porque los cultivos se llevaron a cabo de manera atrasada, debido a las condiciones adversas del clima, aunque también tenemos miles de hectáreas que ya fueron cosechadas en las últimas semanas”, dijo Orlando Gallas, jefe de Asistencia Técnica de La Cooperativa Colonias Unidas.
Los agricultores esperan que el comportamiento climático sea el adecuado hasta la finalización de la campaña del cereal para poder comercializarla, hecho que les permitirá cumplir con deudas contraídas.