“Si decidimos que todo el mundo se infecte, vamos a pagar un precio, habrá ‘efectos colaterales’, un término terrible, y yo no acepto personalmente que la gente mayor sea sacrificada de esta forma, no es lo correcto ni lo que representamos como sociedad”, subrayó Ryan.
El experto irlandés aseguró que sigue siendo prioritario intentar “que el menor número posible de gente se contagie de esta enfermedad, lo que nos da más tiempo para tratarla, estudiarla o desarrollar vacunas más seguras”.
Ryan reconoció que “los grandes confinamientos se han mostrado como la mejor solución, necesaria cuando no se puede hacer otra cosa”.
La directora técnica de la OMS para el Covid-19, María Van Kerkhove, aclaró por su parte que algunas partículas expelidas pueden ser aerosoles, por lo que pueden estar mayor tiempo en el aire, y transmitirse a otras personas no solo por vía nasal o bucal, sino también ocular. EFE