La llegada del USS Gravely había sido anunciada el jueves por el gobierno del archipiélago anglófono de 1,4 millones de habitantes, cuya punta occidental se encuentra a unos diez kilómetros de Venezuela.
El destructor permanecerá atracado en Puerto España, la capital de Trinidad y Tobago, hasta el jueves, periodo durante el cual una unidad de marines estadounidenses realizará un entrenamiento conjunto con las fuerzas de defensa del pequeño país caribeño. “Hay una buena razón por la que traen su buque de guerra aquí. Es para ayudar a limpiar los problemas de drogas que están en el territorio venezolano”, dijo Lisa, una habitante de 52 años que prefiere no dar su apellido.
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“Es por una buena causa, muchas personas serán liberadas de la opresión” y del “crimen”, añadió. La primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, es una ferviente partidaria de Trump y adoptó, desde su acceso al poder en mayo de 2025, un discurso virulento contra la inmigración y la criminalidad venezolana en su país.
Caracas acusa al nuevo gobierno trinitense de servir a los intereses de Washington.
Fuente: AFP.