El realizador Randal Kleiser nunca se recuperó del impacto de su primer largometraje estrenado en los cines en 1978 y convertido en un clásico musical de Hollywood.
“Pensamos que funcionaría bien con la audiencia adolescente durante un verano o dos, pero jamás imaginamos que 40 años después siga esta reacción increíble en todo el mundo y entre todas las edades”, reveló Kleiser.
Adaptada de un exitoso musical de Broadway sobre los amores entre jóvenes de los años 50, Grease, que en el mercado hispano se lanzó también como Vaselina o Brillantina, se rodó en dos meses en Los Ángeles (EEUU) con un costo de 6 millones de dólares y, como tantas películas que ingresan en los anales, inicialmente fue menospreciada por la crítica.
La cinta cosechó casi 400 millones de dólares en salas y ostentó el título de la comedia musical filmada con los mayores ingresos de la historia hasta la salida de Mamma Mia! treinta años después.
Cuando Kleiser eligió a su pareja protagonista, Travolta ya rodó Fiebre de sábado por la noche, que aún no se estrenaba y era más conocido por su rol en una sitcom de ABC, Welcome Back, Kotter. En tanto, la anglo-australiana Newton-John ya era una superestrella de la música pop. AFP