Según el organismo emisor, el saldo negativo en el flujo de dólares en 2019 fue 45 veces superior al de 2018, cuando las retiradas superaron los ingresos en 995 millones de dólares, y contrastó con los 625 millones de dólares de saldo positivo en 2017.
La fuga de divisas registrada en 2019 prácticamente triplicó la mayor registrada en los últimos 38 años, que fue la de 1999, cuando las retiradas superaron los ingresos en 16.182 millones de dólares.
La salida récord de divisas de Brasil igualmente se produjo pese a las expectativas positivas para la mayor economía sudamericana, que en 2019 completó su tercer año consecutivo de crecimiento tras la histórica recesión de 2015 y 2016. Tras perder cerca de siete puntos porcentuales de su PIB en 2015 y 2016, la economía brasileña creció un 1,3% en 2017 y otro 1,3% en 2018. Las últimas proyecciones del 2019 indican que la recuperación se mantuvo y la tasa de crecimiento se ubicó en 1,1%. Además del aumento del consumo gracias al menor costo del dinero y la baja del desempleo, así como de la recuperación de la industria, para la recuperación contribuyeron las medidas de ajuste fiscal impulsadas por el presidente Jair Bolsonaro. EFE