El ex presidente aterrizó en el aeropuerto de Brasilia procedente de Orlando (Florida) y se dirigió directamente a la sede de su Partido Liberal (PL) sin pasar por la terminal donde unos 200 seguidores le habían esperado con banderas de Brasil para acogerle.
Aseguró que el Gobierno de Lula “no podrá hacer lo que quiera con el futuro” de la nación. “Somos (el PL) prácticamente 20% de los escaños” de Diputados y junto a otros partidos conservadores “somos mayoría y queremos lo mejor para nuestro país”, dijo Bolsonaro.
Bolsonaro viajó a Estados Unidos el 30 de diciembre, dos días antes de la ceremonia de asunción de Lula, a quien nunca felicitó por su victoria, que consideró “injusta”.
El ex mandatario (2019-2022) asumirá la semana próxima la presidencia honoraria del partido, formación mayoritaria en la Cámara de Diputados (99 de 513 diputados) y segunda fuerza en el Senado.
Luego de un trimestre prácticamente “callado” y sin “hacer oposición”, el regreso podría suponer un desafío para la presidencia del izquierdista, según Jairo Nicolau, politólogo de la Fundación Getulio Vargas. Lula “tendrá que gobernar ahora con una oposición articulada, luego de meses de dispersión. Eso puede hacer una gran diferencia”, aseguró Nicolau.
Paralelamente, el ex presidente enfrentará dificultades con la Justicia. Es objeto de cinco investigaciones susceptibles de penas de prisión en el Supremo Tribunal Federal, la más reciente abierta por su posible rol como instigador del asalto a los tres poderes el 8 de enero. AFP