Los jefes de esas fuerzas dieron sus informes al presidente Evo Morales en el cuartel de Chimoré, situado en el Chapare, que es la principal región productora de coca excedente del país, y donde el mandatario emitirá mañana su voto en las elecciones generales.

Evo Morales dijo que los campesinos cooperan con la erradicación de las plantaciones excedentes de esta hoja, que en Bolivia también tiene usos culturales, medicinales e industriales lícitos. EFE/Archivo | Ampliar imagen
Morales destacó en su discurso que su país ha alcanzado estos resultados sin la presencia de la agencia estadounidense antidroga DEA, organismo que fue expulsado del país en noviembre del año pasado acusado de conspirar contra el Gobierno.
El mandatario, que todavía es dirigente de los productores de coca del Chapare, destacó que el combate contra el narcotráfico ha cambiado en su país respecto a otras gestiones porque no se hace en medio de enfrentamientos de policías y militares contra campesinos como ocurría antes.
En ese sentido, el mandatario, dijo que los campesinos cooperan con la erradicación de las plantaciones excedentes de esta hoja, que en Bolivia también tiene usos culturales, medicinales e industriales lícitos.
El jefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico, coronel Oscar Nina, dijo que los agentes confiscaron este año 20,6 toneladas de sulfato de cocaína y 4,7 de clorhidrato de cocaína (droga de mayor pureza) y destruyeron 1.937 toneladas de marihuana.
La cantidad de cocaína total decomisada este año, igual a 25,3 toneladas, es menor a las 28 toneladas confiscadas el año pasado. En cambio en el caso de la marihuana la cifra supera la gestión pasada que fue de cerca de 1.150 toneladas.
El coronel destacó en su informe también la destrucción de 4.664 laboratorios de cocaína, algunos de magnitud industrial; 6.381 pozas de maceración de hojas de coca y la detención de 3.184 personas, en su mayoría bolivianos, pero también de colombianos y peruanos.
Nina se quejó de las autoridades judiciales porque, según dijo, “apenas el 30 por ciento han sido objeto de condena y el resto de esta gente maliciosa, delincuente, se encuentra pululando por el territorio reactivando la actividad del narcotráfico”.
El jefe policial también remarcó que los resultados fueron alcanzados sin la ayuda de la agencia antidroga estadounidense DEA y que han sido destacadas por organizaciones de Naciones Unidas.
La Fuerza de Tarea Conjunta, que está formada por policías y militares, erradicó 6.272 hectáreas de coca, cuyos cultivos excedentes son usados por narcotraficantes para fabricar la cocaína.
Es la mayor cantidad de coca destruida en los últimos cinco años y rebasa ampliamente la meta anual de 5.000 hectáreas que exige la ley antidroga boliviana como objetivo mínimo cada año.