El juego fue suspendido a falta de 5 minutos para el final por lamentables incidentes que se iniciaron tras una jugada polémica donde todo Caacupé pidió penal y que los árbitros dejaron seguir y el portero franqueño Iván Dávalos marcó un gol desde su arco que significaba el 3-1.
Todo Caacupé se volcó en contra de los árbitros que sufrieron improperios y agresiones. Tras una larga espera, los jueces fueron escoltados por los cascos azules de la Policía Nacional hasta zona de vestuarios. Ayer, tras largas horas de reunión, la Federación Paraguaya de Fútbol de Salón dio a conocer un insólito comunicado informando de que no se daría la reanudación del compromiso este domingo y que la misma se reanudará hasta “nuevo aviso”. Un mamarracho más de la Federación.
Poco serio
Las selecciones de Paranaense y Ñemby debían disputar el sábado el juego por el tercer puesto en la última fecha del Nacional de salonismo. Por acuerdo mutuo, la definición se decidió en penales; en donde el equipo paranaense ganó por 3 a 2.
Una definición poco seria, por lo que fue la gran fiesta que se prolongó durante dos semanas.