10 feb. 2025

BIODIÉSEL EN PARAGUAY

Nicanor no se anima a patear el penal a favor del biodiésel

En Paraguay todos hablamos en menor o mayor medida del fútbol. Imagínese que el partido esté cero a cero y de un ¡saaas! el árbitro cobra un penal a favor de su equipo, justo a los 44 minutos del segundo tiempo.

Pero en medio de su alegría sobreviene la indignación al percatarse usted de que nadie se anima a ejecutar la pena máxima desde los 12 pasos.

O sea, hay concreta posibilidad de que su equipo gane, pero recién cuando la oportunidad se convierta en gol estaremos festejando la victoria.

Lo mismo pasa con el biodiésel en el Paraguay. Tenemos la ley que establece las normas de calidad, hay suficiente materia prima, se cuenta con industrias productoras de dicho biocombustible, se fijó el precio a abonar y otras condiciones ideales, pero hasta hoy no se procede a mezclar el biodiésel con el diésel petróleo a dimensión nacional.

En suma, el país puede ahorrar millones de dólares en concepto de adición de agrocombustibles con el gasoíl, pero no lo hace. Es decir, tenemos un penal para ganar el partido, pero nunca pateamos.

¿Qué falta, entonces?

A juzgar por la realidad, el problema de fondo está en Petropar. Esta empresa pública monopólica es la que debe consumir el biodiesel, pero nunca toma la decisión comercial de hacerlo, lo que constituye un desaliendo para los empresarios que invirtieron en el rubro o los potenciales inversionistas que deseen radicar capitales en Paraguay.

Ya sabemos de memoria que el biodiésel dará ocupación a miles de personas; que posibilitará el ahorro de divisas; que beneficiará al medio ambiente; que permitirá el cultivo de nuevas variedades de oleaginosas, y otras ventajas que ya no son necesarias enumerar.

Lo concreto es que aquí se requiere de decisión política del gobierno.

Necesitamos que el propio presidente de la República, Nicanor Duarte Frutos, venga a ponerse la camiseta, que dispare el penal y que convierta el gol para contarrestar el vertiginoso incremento del precio internacional del petróleo, que en pocos días más llegará a 100 dólares el barril.

El biodiésel es una forma de abaratar el precio final del gasoíl y muy buen negocio para todos.

Pues bien, los consumidores debemos presionar para que el penal a favor sea ejecutado, como única vía de que realmente el biodiésel llegue al tanque de los vehículos. Eso sí, con garantía de incuestionable calidad, por lo menos al 1%, tal cual está establecido.