Biden informó de que las sanciones afectan a la compañía encargada de la construcción y operación del gasoducto, Nord Stream 2 AG, y que está registrada en Suiza.
Esa empresa suiza es propiedad del gigante energético ruso Gazprom, por lo que las sanciones de Biden se dirigen directamente contra esa entidad rusa.
La acción de Estados Unidos llega después de que este martes el canciller alemán, Olaf Scholz anunciara la suspensión del proceso de certificación del gasoducto, en respuesta al reconocimiento ruso de la independencia de las autoproclamadas repúblicas separatistas del Donbás ucraniano.
Biden agradeció la colaboración a Scholz, ya que el gasoducto era vital para Alemania, y afirmó que esta es solo “otra pieza” en el paquete “inicial” de sanciones que Estados Unidos lleva preparando desde hace semanas con sus aliados.
GUERRA POR LA ENERGÍA. Biden, por último, lanzó un ataque velado a su homólogo ruso, Vladimir Putin, al considerar que sus últimas decisiones han dado al mundo “un incentivo abrumador” para dejar de importar gas, petróleo y otras formas de energía rusas, que suponen buena parte de los ingresos del Kremlin.
Biden ya anunció el martes un primer tramo de sanciones contra Rusia, que tienen como objetivo dos instituciones financieras, la deuda soberana de Moscú, y las élites rusas y sus familiares.
Por su parte, el Consejo de la Unión Europea (UE), que reúne a los Estados miembros, adoptó el miércoles formalmente las sanciones comunitarias contra Rusia, que incluyen la prohibición de que altos cargos rusos viajen a territorio europeo, limitan el acceso por parte de Moscú a los mercados financieros europeos y contienen un embargo comercial a las regiones separatistas.
Rusia prometió el miércoles una respuesta “fuerte” y “dolorosa” a las sanciones.
“Que no exista ninguna duda: habrá una respuesta fuerte a estas sanciones, no necesariamente simétrica, pero bien calculada y dolorosa para Estados Unidos”, dijo el ministerio ruso de Relaciones Exteriores en un comunicado divulgado este miércoles.
“Rusia ha demostrado que con todo el costo que implican las sanciones, es capaz de minimizar el perjuicio que causan”, señaló la diplomacia rusa afirmando que la presión de estas medidas punitivas “no puede influenciar la voluntad de Rusia de defender firmemente sus intereses”.
Ucrania se moviliza, pide más sanciones, armas y diplomacia
Ucrania declaró el miércoles el estado de excepción y movilizó a los reservistas ante el riesgo de que el presidente ruso Vladimir Putin, que desafía las sanciones occidentales, ordene una invasión del país. En este contexto, el viceprimer ministro Mykailo Fyodorov informó que el país estaba sufriendo un nuevo ciberataque masivo.
Por su parte, el ministro ucraniano de Exteriores, Dmitro Kuleba, pidió el miércoles más sanciones, más armas y más diplomacia, de forma simultánea, para defender a su país contra la agresión de Rusia y proteger así el orden mundial. “Deben imponerse más sanciones, deben proveernos de más armas y deben multiplicarse las acciones diplomáticas”, dijo Kuleba tras intervenir ante la Asamblea General de la ONU en una sesión dedicada específicamente a la crisis en Ucrania. Repitió que las sanciones de EEUU, la UE y el Reino Unido “son apreciadas, pero no suficientes”, y que no cabe esperar a que los cohetes rusos caigan sobre el suelo ucraniano para imponer una nueva tanta de sanciones, pues “deben tener un efecto disuasorio”.
Separatistas de Donbás piden ayuda militar a Rusia
Las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk pidieron el miércoles ayuda al presidente ruso, Vladimir Putin, para “repeler la agresión” militar por parte de Ucrania, según informó el Kremlin.
A la hora de recurrir a Rusia, los dirigentes separatistas se basan en los acuerdos de amistad, cooperación y asistencia mutua firmados el pasado lunes en el Kremlin después de que Putin reconociera la independencia de ambas repúblicas en el este de Ucrania, según la agencia oficial TASS.
Según explicó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en su solicitud las entidades rebeldes buscan evitar víctimas civiles y prevenir una “catástrofe humanitaria” en los territorios bajo su control.
Denuncian que la “continua agresión militar” por parte de Ucrania está destruyendo escuelas, hospitales, guarderías e infraestructura civil e industrial, y sesgando vidas humanas, incluidos niños.
“Las acciones del régimen de Kiev demuestran la falta de voluntad de poner fin a la guerra en el Donbás”, señalan.
Putin pidió al Senado ruso autorización para enviar tropas al extranjero, es decir, al Donbás, presuntamente con fines de pacificación.
Por ello, el Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania impuso el estado de excepción.