Alrededor de 500 representantes de 26 países de América Latina y el Caribe se reúnen desde ayer en Asunción, en el marco de la 18ª edición del Foro Anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que este año tiene como tema central “El futuro del trabajo”.
La ceremonia de apertura, en la Conmebol, estuvo encabezada por María Florencia Attademo-Hirt, representante del BID en Paraguay, y contó con la participación especial de las ministras del Trabajo, Carla Bacigalupo; Industria, Liz Cramer; y del viceministro de Economía y gobernador alterno del Paraguay ante el BID, Humberto Colmán.
Attademo-Hirt destacó durante su discurso de apertura que los cambios tecnológicos automatizan cada vez más empleos y afectan más la ocupación, debido a la calificación, lo que ejerce una presión sobre la educación, sobre las políticas relativas al mercado laboral y sobre la seguridad social. “Por esto, será necesario que la región invierta más en conocimiento, en tecnología, y en la formación de competencia que prepare a los trabajadores para el futuro, para afrontar los mercados y las tareas de las nuevas profesiones”, resaltó.
Agregó que la demanda actual de capacitación no solo tiene que ver con adquirir habilidades digitales o técnicas, sino también habilidades socioemocionales y cognitivas, para preparar a los ciudadanos a afrontar una realidad diferente.
inversión. En tanto que la ministra del Trabajo, Carla Bacigalupo, hizo alusión a que hoy la fuerza del trabajo está operando hacia la digitalización, la globalización , la economía de plataformas que establecen retos en todo el mundo. “Necesitamos centrarnos en políticas y objetivos claros, como el de invertir en el capital humano, que es el centro de toda la transformación y las claves para aprovechar esta transformación como una oportunidad”, dijo.
A su vez, Humberto Colmán, viceministro de Economía, dijo que existen dos grandes tendencias que el mercado laboral debe enfrentar: el tsunami tecnológico y el envejecimiento de la población.
Mencionó que otro de los desafíos que tiene América Latina y Paraguay, es el de seguir formalizando el mercado laboral y extender el sistema de seguridad social, pues más del 60% de la mano de obra ocupada no cotiza en el sistema de seguridad social. “Y hoy, un 35% del gasto social corresponde a pensiones no contributivas para los adultos mayores, “cuando todavía tenemos una población mayormente joven, lo que da cuenta de los grandes desafíos que tenemos como sociedad”, sostuvo.
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