“Cero posibilidades de derogación porque es una ínfima cantidad de estudiantes”, refirió el senador.
“Hay una cuestión de politización del sector estudiantil. Si es financiado por fuente 10 es más seguro”, alegó.
“Si está financiado por royalties, por regalías, por Fonacide, es algo que se va a terminar. En cambio, los impuestos no van a terminar”, sostuvo el cartista.
“Está en esfera del Ejecutivo, ya fue promulgada la ley. Se va a comenzar a implementar. No hay agenda foránea o de sectores políticos que detengan la implementación del Hambre Cero en las escuelas”, indicó.
“Va a ser bien controlado. Los niños van a desayunar, almorzar y merendar”, dijo.
“La mejor garantía es que Santiago Peña esté en la presidencia y no más Mario Abdo o alguien similar”, manifestó, cuando se le consultó cuál sería la garantía del cumplimiento del financiamiento del programa de Arancel Cero.
“Está por escrito, está en un artículo. Den posibilidad al Gobierno. Es un sector minoritario”, insistió en relación con los reclamos.
La disidente Lilian Samaniego considera que el Ejecutivo, a través de una reglamentación, debe garantizar la vigencia del programa, ante la preocupación de los jóvenes estudiantes.
Blanca Ovelar también de la disidencia sostuvo que el Ejecutivo debe remitir una ampliación presupuestaria para zanjar la situación con los estudiantes, y a su criterio, se aprobaría.