Está de acuerdo con que es necesaria la modificación, porque le parece que la ley penal y la administrativa deben converger en un punto para saber cuál de ellas debe ser aplicada al caso.
Dice que se debe determinar bien cuándo es delito el beber, ya que no todo podría dejar intoxicada a la persona. Una copa de vino y un vaso de cerveza no tendrían que penalizarse, porque no necesariamente están intoxicados, sino que debe ser una vez que se superen ciertos límites. Se debe establecer a partir de qué momento es punible.
Alega que debe revisarse la redacción. Sobre los defectos físicos, alega que no cree que sea el término adecuado y que se debería consultar con la Secretaría de DDHH de las Personas con Discapacidad. Le parece exagerada la sanción a los que se fugan con 1 a 6 años. Dice que no hay que criminalizar, sino que debería seguir siendo delito.
Sobre la posible inconstitucionalidad, alega que concuerda con eso, pero que la persona también puede someterse voluntariamente y que se le debe advertir la posibilidad de no hacerlo.
Sobre carecer de licencia, alega que hay que aclarar si es que solo se olvidó el carné de conducir o si nunca lo tuvo.
“Por último, a mí no me parece que los que apliquen la ley penal deban recibir las multas. Va a tender a distorsionar la aplicación de las leyes. Los agentes encargados de hacerla cumplir podrían asumir una conducta persecutoria, con el afán de recaudar”, dijo. Se opuso a que vaya al Ministerio Público.