“La elección del 3 de noviembre fue la más segura en la historia de Estados Unidos”, dijeron en un comunicado.
“No hay evidencia de que algún sistema de votación haya eliminado o perdido votos, haya cambiado votos o haya sido alterado de alguna manera”, indicaron.
Trump ejerce su derecho a quejarse de que el conteo de votos que muestra que su rival demócrata Joe Biden tuvo una victoria con márgenes estrechos contiene errores.
Los resultados de muchas elecciones en Estados Unidos han sido tan ajustados como los del 3 de noviembre, pero ningún presidente que perdió denunció que la elección le fue robada o se negó a conceder la victoria a su adversario. Más de una semana después de las elecciones cuyos resultados primarios se conocieron el sábado, el presidente no ha aportado evidencias del fraude que denuncia. Para algunos, Trump está mostrándose como un líder autoritario. AFP