El inminente cambio de autoridades de la Municipalidad de Asunción, marcado para el próximo martes 19, convirtió a la capital en un territorio de incógnitas para los contribuyentes. Estos ya no saben a quién recurrir para solucionar los problemas en sus respectivos barrios.
El drama de los asuncenos es si dirigen sus reclamos a la administración de Enrique Riera o apelan al nuevo equipo que estará a cargo de la intendenta electa Evanhy de Gallegos. Esta última es la que está dando más la cara en las situaciones de conflicto.
En tanto, la ciudad presenta una imagen de dejadez, con profundos baches abiertos en avenidas y calles secundarias, basuras acumuladas en esquinas o rebosando los cestos frente a las viviendas, un sistema semafórico caótico, entre otras deficiencias que marcaron la gestión que culmina en cuatro días más.
Mucha gente incluso señala que si Riera no supo en cinco años de gobierno municipal responder afirmativamente a sus necesidades, mucho menos lo hará en las últimas jornadas de su mandato. De hecho, muchos de sus directores ya están inmersos en la tarea de transmitir el panorama de sus respectivas dependencias a sus futuros sucesores y no precisamente a atender las denuncias y solicitudes de los capitalinos.
A algunos jefes comunales, a quienes es casi imposible encontrarlos en sus oficinas, incluso tienen apagados sus teléfonos celulares. Solo sus secretarias contestan que están de reunión, sin precisar el sitio. Ayer se intentó ubicar a Efrén Ginard, director general de Obras; Julio Ramírez, director de Planeamiento Urbano; Américo López, director de Mantenimiento Vial, y Marcos Ramírez, de Señalización y Semáforos, pero no atendieron a los llamados realizados para evacuar consultas.
TESTIMONIOS. Esa confusión se refleja en el testimonio de María Luisa van Humbeeck, pobladora de Bañado Tacumbú, quien debido al desborde del arroyo Ferreira perdió parte de su casa. Ella remitió una nota el pasado miércoles 12 a la futura administradora del municipio solicitando una inmediata ayuda.
Por su parte, Damián Acevedo, líder comunitario de Bañado Sur, explicó que a raíz de la inundación de cinco comunidades en la zona, urgió el apoyo de los munícipes actuales, recibiendo como respuesta que los directores estaban renunciantes y que debía esperar a que asuman los nuevos responsables.
Elio Colmán, de Gondra y Tacuary, del barrio Huracán, se quejó que pese al llamado insistente a la Comuna, nadie se hizo presente para atender el derrumbe parcial del muro de contención existente en el lugar y que pone en peligro la vida de 200 familias en caso de la presencia de un nuevo tornado.
La gente reubicada en los asentamientos de San Carlos, Azteca I y Azteca II, de Puerto Botánico, dijo que a ocho días de la última tormenta, la Municipalidad no se hizo presente para responder a su pedido de reubicación en zonas más altas de la ciudad.