La doctora Carolina Álvarez, técnica de Gestión Ambiental, señaló que con esta herramienta las empresas deberán ajustarse a las actividades permitidas y no autorizadas. “Ahora es obligatoria para nosotros la redacción de los planes de abandono que Mades obliga”. La directora de Gestión Ambiental, Cinthia Guerreño, mencionó que el plan de manejo tardó en concretarse 17 años después de la promulgación de la ley que declara a este lugar como Área Protegida, con la categoría de reserva en el 2005. Señaló que depende también de los concejales no volver a renovar contratos a amarraderos, barcazas y asitilleros, que operan en el lugar desde hace varios años.
“La toma de decisiones también está a cargo de los concejales, de no lotear la reserva”, sentenció.
ASTILLERO. Una de las polémicas aprobaciones de la Junta, del periodo anterior, en 2021, fue ceder por otros cinco años más el usufructo de una fracción de la reserva a la empresa Astilleros Rasi SRL, cuya representación figura a nombre de Juan José Zapag.
Al respecto, el concejal Augusto Wagner señaló que varias medidas de mitigación no se cumplen, como el mantenimiento de calles destruidas por los camiones de gran porte que van al astillero, por lo que consultó si eso no sería motivo para dejar sin efecto el contrato.
Álvarez sostuvo que dependería de realizar acuerdos específicos con plazo para hablar de incumplimientos si no lo hace en el tiempo fijado. Declaró que Gestión Ambiental emitió un dictamen para Asesoría Jurídica que no se ve “tan reflejado en el contrato”. Ante el cuestionamiento de Wagner por incumplimientos, Álvarez afirmó que tanto el Club Mbiguá como Rasi ya recibieron cinco notificaciones.
