18 abr. 2024

Ártico

Los residuos plásticos que se encuentran esparcidos por el Ártico llegan a esta región procedentes de todo el mundo, y en gran parte de los países más prósperos e industrializados, según demostró un equipo de científicos a partir de evidencias recogidas por numerosos turistas.
El Océano Ártico estuvo recubierto con un manto de hielo de hasta 900 metros de grosor y relleno totalmente de agua dulce en al menos dos ocasiones en los últimos 150.000 años, según un estudio publicado este miércoles en la revista Nature.
La velocidad a la que el hielo está desapareciendo en todo el planeta se está acelerando, según una investigación que publica este lunes la revista The Cryosphere.
La mayor expedición enviada al Polo Norte regresó a Alemania el lunes, tras constatar las graves consecuencias del cambio climático en el Ártico y la amenaza que planea sobre la banquisa, que podría “desaparecer” en verano.
El hielo marino del Ártico registró el pasado 15 de setiembre su mínimo del año y el segundo histórico jamás registrado, con una extensión de 3,74 millones de kilómetros cuadrados, según datos del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de Estados Unidos.
Científicos del Gobierno estadounidense informaron esta semana que la capa de hielo flotante (banquisa) del Océano Ártico se ha reducido a su segundo nivel más bajo desde que comenzaron estudios satelitales al respecto, en 1979.
La temperatura promedio del último periodo glacial, aproximadamente hace 20.000 años, era 6 grados centígrados más baja que hoy, frente a los 14 grados de media registrados en el siglo XX, informa hoy la revista Nature.
El cambio climático podría significar antes de fin de siglo la casi extinción de los osos polares, incapaces de alimentarse al desaparecer las placas de hielo en el océano, según estudio publicado el lunes en Nature Climate Change.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó este martes que está investigando los máximos históricos registrados en la localidad ártica rusa de Verjoyansk, habitualmente uno de los lugares más fríos del mundo pero que el pasado 20 de junio registró una temperatura de 38 grados centígrados.
El científico italiano Marco Casula debía regresar de su misión en el Ártico en marzo pero no fue posible por las restricciones impuestas en medio mundo por el coronavirus. Vive este bloqueo con calma pero avisa de que la inversión en ciencia será fundamental para evitar nuevas pandemias.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Texas en Austin descubrió una importante fuente de carbono en el Ártico, que había pasado inadvertida para los ecosistemas costeros locales y que preocupa por lo que pueda significar para ellos en un momento de acusada crisis climática.
El actor y director de cine George Clooney se encuentra en la isla canaria de La Palma, España, para grabar la nueva producción cinematográfica Good Morning, Midnight, el best seller de ciencia ficción de la escritora Lily Brooks-Dalton.
El zoo de Viena ha presentado este jueves a los medios a su nuevo oso polar, una cría nacida el pasado noviembre, de la que aún no se sabe el sexo, y que los visitantes podrán ver a partir de mañana.
La pérdida de masa de los glaciares en las últimas décadas se aceleró y las proyecciones prevén que para finales de siglo habrán perdido entre el 35% y el 40% de su volumen actual, llegando hasta un 80% en los casos donde hay menos hielo, como en los Alpes Europeos o los Pirineos.
Unos 60 osos polares rodearon un pueblo ruso en la región de Chukotka (extremo oriente) sin poder abandonar el lugar debido a la falta de hielo marino para volver a cazar focas, informó la organización ecologista WWF.
Drones captaron imágenes que muestran fracturas y una creciente inestabilidad en el manto de hielo de Groenlandia, el mayor contribuidor al aumento de los niveles del mar, según un estudio publicado este lunes por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
El cambio climático está amenazando las formas de vida de los pueblos indígenas del Ártico, señalaron este lunes en Roma algunos de sus representantes, que exigieron el reconocimiento de sus derechos para adaptarse a las nuevas condiciones.
Con el objetivo de mejorar el conocimiento acerca del cambio climático,un grupo de científicos pasarán un año en el Ártico. Los expedicionarios experimentarán 150 días con noche polar y deberán soportar temperaturas de 45 grados bajo cero.