En declaraciones al diario La Nación, Cafiero, que dejará su cargo el 10 de diciembre cuando Alberto Fernández ceda el poder al liberal Javier Milei, dio por tierra con las expectativas levantadas la semana pasada de cerrar el acuerdo durante la cumbre del Mercosur que tendrá lugar desde el 6 de diciembre en Río de Janeiro.
“Las conversaciones seguirán y el trabajo realizado es mucho, pero no están dadas las condiciones para firmar el acuerdo”, enfatizó Cafiero sobre el pacto, arduamente negociado –con pausas incluidas– desde hace más de 20 años. El tratado, cuyas negociaciones concluyeron en 2019, pero que luego chocó con nuevas diferencias entre las partes, “tiene un impacto negativo en la industria del Mercosur, sin reportar a cambio beneficios para sus exportaciones agropecuarias, que están limitadas por cuotas muy restrictivas y sujetas a regulaciones ambientales unilaterales que las exponen a una vulnerabilidad a futuro”, explicó tajante Cafiero.
El viernes, Lula afirmó en la red social X desde la COP28 de Dubái, que el Mercosur y la Unión Europea estaban “cerca de cerrar” el TLC.
Pero las nuevas reglas ambientales adoptadas por la Unión Europea en 2019 suponen “ya hoy mayores costos y restricciones para las exportaciones del Mercosur de alimentos y otros productos”, sostuvo Cafiero, sobre este acuerdo europeo que se volvió un escollo en las tratativas bloque a bloque, en medio de fuertes críticas de Brasil.
El Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) rechazó el “proteccionismo verde” y respondió con exigencias propias, como la creación de un fondo ambiental para apoyar a los países en desarrollo.
El viernes, Lula se reunió al margen de la COP28 con Von der Leyen y con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, a cargo de la presidencia del bloque europeo.
El mandatario brasileño y Von der Leyen coincidieron en que “hubo avances significativos en las reuniones entre los equipos técnicos de los dos lados” en los últimos días, especialmente luego de una comunicación telefónica entre ambos, señaló la Presidencia de Brasil en un comunicado.
RECHAZO DE MACRON. Las afirmaciones de Cafiero, que reflejan un postura que Argentina ha defendido por años, se conocen luego de que el presidente francés, Emmanuel Macron, rechazara abiertamente el acuerdo.
Macron, que se reunió con Lula en Dubái, anunció que viajará a Brasil en marzo, precisamente para discutir el acuerdo UE-Mercosur, al cual cuestionó en su forma actual.
Este acuerdo es “completamente contradictorio” con lo que el presidente Lula “está haciendo en Brasil”, afirmó el mandatario francés. El pacto “no toma en cuenta la biodiversidad y el clima” y se reduce a un acuerdo “mal remendado”, que “desmantela los aranceles” como se hacía antes, alegó.
“Cada país tiene derecho a tener su propia posición. Siempre ha sido más difícil llegar a un acuerdo con Francia porque es más proteccionista. La Unión Europea no tiene la misma posición”, opinó Lula el sábado ante periodistas en Dubái.
FRACASO EN PUERTA. El mandatario brasileño fue más lejos este domingo y admitió que el acuerdo comercial puede fracasar y que si ello ocurre no será por falta de voluntad de los países suramericanos.
“Si no hay acuerdo, paciencia. No fue por falta de voluntad”, señaló Lula en una rueda de prensa en Dubai.
“Lo único que tiene que quedar claro es que no digan más que es por culpa de Brasil y por culpa de Sudamérica”, agregó.
Según Lula, los responsables de que el acuerdo no salga son los países ricos que no quieren hacer concesiones y siempre quieren ganar más.