Sostuvo que la mejoría obedece a que se está volviendo a reactivar la economía y aumentaron las facturaciones. No obstante, apuntó que en este momento se está vendiendo durante el día y que la facturación a la noche es menor.
Sobre el último punto, refirió que siguen sufriendo el problema de los asaltos y que ahora están tratando de reducir con un proyecto piloto que están desarrollando con el Grupo Lince de la Policía Nacional.
Sobre la proyección de cierre del año, Corrales apuntó que no cree que superen el citado porcentaje de ventas respecto al año pasado. “En los últimos quince días de octubre empezó a moverse un poco con la agricultura, atendiendo a que estamos en plena época de siembra de soja y arroz. Estamos buscando por todos lados conseguir clientes para levantar las ventas”, resaltó.
El titular de Apesa manifestó que en el interior la situación es distinta porque los servicentros están en un promedio del cincuenta a sesenta por ciento máximo de las ventas respecto al 2019.
Indicó que otro aspecto que afectó la rentabilidad en las estaciones de servicio es la caída de las ventas en las tiendas de conveniencia, que representaban una ayuda importante. “En las tiendas hoy creo que estamos en un cuarenta o cincuenta por ciento máximo de ventas. Es que todavía hay restricciones por la pandemia para la venta de ciertos productos”, precisó.
NECESIDADES. Consultado cuáles son las necesidades del sector en este momento para sobrellevar los efectos económicos derivados de la pandemia del Covid-19, Corrales dijo que la urgencia para las estaciones es contar con capital operativo. “Todos nos comimos la cola y estamos con préstamos y con inversiones hechas en el año 2018 y 2019 en estaciones nuevas o refacciones”, apuntó.
Agregó que cualquier empresario que haya hecho inversiones a largo plazo este año tuvo problemas para cubrir cuotas de bancos y préstamos, razón por la que redujo su capital operativo. “Entonces, lo que hoy necesitamos es el apoyo del Estado o de las entidades como el Banco Nacional de Fomento (BNF) o créditos del Fogapy que nos puedan dar una mano para reponer el capital operativo”, recalcó.
Enfatizó que aún siguen teniendo márgenes fijos por la venta de naftas y diésel de hace muchos años y hasta ahora no se ha establecido una fórmula que refleje la situación de la economía o los factores que afectan para determinar los precios de los combustibles.
Manifestó que las estaciones de servicio son empresas más bien familiares y pymes que tienen ocho a diez empleados, a quienes les cuesta mantener los empleos y no están pudiendo acceder a los créditos de auxilio abiertos por el Estado debido a su nivel de facturación.
Apuntó que ya contactaron con el BNF pero aún nadie accedió a un crédito.