El actor Anthony Hopkins y la actriz Stella Arroyave se conocieron en 2001 en una tienda de antigüedades, y años después, ella se convirtió en su tercera esposa, la que lo ayudó a disfrutar nuevamente de la vida.
La actriz y productora, nacida en Colombia, es 18 años menor que Hopkins, con quien vive en Los Ángeles. No tienen hijos en común, solo Hopkins es padre de Abigail, artista y compositora fruto de su primer matrimonio.
Stella dirigía una galería de arte en Malibú, donde conoció a Hopkins. Según el actor, todo comenzó de una manera inesperada para los dos, y es que cuando la vio pensó en lo hermosa que era para él y en la vibra que le transmitió su persona. “Estaba preguntando por un artículo cuando apareció esta mujer bella, llena de energía, que me dio un gran abrazo. Fue inesperado pero encantador”, expresó en una entrevista.
Aunque inicialmente no buscaba una relación, Anthony decidió llamarla varias veces e invitarla a cenar. Esa cena marcó el inicio de un romance. Antes de conocer a su esposa, él enfrentaba una dura batalla contra la depresión y el alcoholismo. “Estuve al borde del precipicio y pensé que no había salida”, confesó el actor en varias entrevistas; sin embargo, la presencia de su pareja cambió todo de un momento a otro, y es que fue gracias a su apoyo que logró dejar atrás sus hábitos autodestructivos y aprendió a disfrutar del presente.
“Ella me dice todo el tiempo que deje de preocuparme y que viva el momento. Es una filosofía de vida que adopté gracias a ella”, indicó en entrevistas.
Stella lo motivó a explorar nuevas facetas creativas, como la pintura y la composición musical. Fue ella quien descubrió bocetos olvidados entre sus guiones y lo apoyó y motivó a desarrollar su talento como pintor.
PROLÍFICO ACTOR
Anthony Hopkins es un actor, compositor, director y productor británico-estadounidense. Conocido por sus actuaciones en la pantalla y el escenario, es uno de los actores más reconocibles y prolíficos de Gran Bretaña.
Recibió muchos reconocimientos en sus más de cincuenta años de carrera, incluidos dos Premios Oscar, tres Premios BAFTA de la Academia Británica, un Premio de Televisión de la Academia Británica, dos Premios Primetime Emmy y un Premio Laurence Olivier. También ha recibido un Globo de Oro honorario y un BAFTA por su trayectoria.
En 1993, la reina Isabel II del Reino Unido lo nombró caballero por sus servicios a las artes y, en 2003, recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood por sus logros en la industria cinematográfica.
Hopkins, que sabe hablar un poco de galés, reside en Estados Unidos. Se trasladó al país durante los años 70, con el propósito de conseguir una carrera en el cine, y volvió al Reino Unido a finales de los 80. Sin embargo, tras su éxito conseguido en la década de 1990, regresó a Estados Unidos.
Se convirtió en una de las estrellas más aclamadas de Hollywood, con una trayectoria fílmica de más de cinco décadas, con papeles icónicos como el de Hannibal Lecter en El silencio de los inocentes, Los dos Papas y Leyendas de pasión. El actor sorprendió hace poco con su nuevo entretenimiento: grabar divertidos videos para TikTok, donde acumula más de tres millones de seguidores.
MULTIFACÉTICA MUJER
Como productora, ha participado en proyectos como Slipstream y Elyse, este último un drama que también dirigió. Tras casarse con Hopkins, Arroyave dejó el negocio de antigüedades y se unió a su esposo en la industria del entretenimiento.
Arroyave también apareció en un pequeño papel junto a Hopkins en The Human Stain. En una entrevista confesó que siempre quiso trabajar en el mundo del espectáculo. “Crecí en Nueva York y me fui a los 19 años, quería ser abogada. Luego, me mudé a Los Ángeles para dedicarme a la actuación. Tomé muchos cursos en la UCLA: escritura, dirección y filmación. Hice algunos videos musicales. Siempre quise producir, dirigir y escribir. Fue algo que cultivé y estudié”, contó.
Arroyave puede alentar a Hopkins a pintar, pero también se asegura de que mantenga un equilibrio entre su trabajo y su vida personal. “Soy adicto al trabajo”, dijo Hopkins en 2019. “Actúo, pinto, toco música, leo mucho. Mantiene la mente activa. Trabajo hasta caer rendido. Stella es muy buena para mantenerme bajo control. Paso horas en el estudio pintando, ella entra y me dice: “Ya basta”.