“En realidad, tanto Mario Ferreiro como Fernando Lugo no eran candidatos de izquierda, eran candidatos con ideas progresistas, con mucha empatía y que daban esperanza. La izquierda supo cabalgar bastante bien, pero después se fueron al mazo, porque lo que pasa ahora no son cuestiones políticas, son cuestiones personales, de ego, y cuando se judicializa se pudre todo”, dijo.
Agregó que finalmente en estos grupos se da la misma miseria humana que en los partidos tradicionales, y que la baja cultura política en el país es lo que lleva a estas situaciones en los diversos grupos políticos.
“Si se quiere cambiar el sistema político se debe hacer un trabajo de base largo”, dijo.
Respecto al tema del dinero en las campañas políticas, donde los sectores económicos poderosos cooptan a la clase política, dijo que es complejo el debate respecto a la financiación pública y privada, y que si bien se cuestiona el dinero de los privados, también se cuestiona el financiamiento público, y ambos son aspectos que sopesan en la política.
“Si se reduce la financiación pública, la gente va a buscar en otro lado el dinero, y nuestro sistema político está muy fundado en la clientela... El elector quiere que el elegido le resuelva sus problemas personales, y eso es falta de cultura política”, indicó.
Habló de sistemas, como el de EEUU, donde se permite el financiamiento privado, con un tope, pero que multiplicado suma mucho dinero, y, por otro lado, el mexicano, que prohíbe el financiamiento privado, pero con fuerte subsidio del Estado.
Si se reduce la financiación pública, van a buscar en otro lado el dinero, y nuestro sistema está muy fundado en la clientela.
Lo que pasa ahora no son cuestiones políticas, son personales... Para cambiar el sistema se debe hacer un trabajo de base.
Marcello Lachi,
analista político.