25 abr. 2024

Analfabetismo en Paraguay llega al 6,7% y tiende a crecer, dice estudio

En los últimos cinco años el analfabetismo aumenta en territorio nacional, afectando más a las poblaciones de menos ingresos y zonas rurales. Experta advierte que pandemia agrava situación.

En Paraguay, 338.500 personas (6,7%) de 15 años o más son analfabetas hoy, un índice alarmante y que va en aumento, según un estudio del Observatorio Educativo Ciudadano. Los datos se basan en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) 2019.

En el 2015, la cifra de personas que no sabían leer y escribir era de 4,4%, alrededor de 270.000 ciudadanos, número que fue creciendo durante el período de gobierno de Horacio Cartes.

“Lo que la estadística muestra es que esto tiende a crecer, no a quedarse más allá de que en este periodo de tiempo analizado en algunos casos hubo variantes en los datos”, comenta la investigadora Andrea Wehrle, a cargo del análisis.

Si bien no se ahonda en las causas de este fenómeno preocupante, indica que hay proyectos que lleva adelante el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) y que puede que no tengan continuidad o evaluaciones más profundas, como la educación en contextos de encierro y otro programa que permitió que empleadas domésticas puedan culminar sus estudios.

Pobreza y geografía. El estudio indica que la exclusión educativa golpea más a sectores con menores ingresos y que viven además en zonas rurales.

En el 2019 la diferencia de analfabetismo entre el porcentaje de la población con menores ingresos y la proporción de la población con mayores ingresos en Paraguay, era de 12 puntos.

En porcentajes, el 14% de toda la población con menores ingresos es analfabeta (115.012 personas). Por el contrario, el 1,93% de la población con mayores ingresos no sabe leer ni escribir.

“La brecha económica se traduce en brecha educativa, dando cuenta que las personas con menor ingreso tienen menos posibilidades de aprender a leer y escribir”, comenta Wehrle.

Indica que uno de los factores por los que las personas suelen dejar sus estudios desde los 15 años en adelante, suele ser el económico.

“Hay personas que optan o que deben salir a trabajar para mantenerse o ayudar a sus familias”, agrega. En el caso del género, lo que suele darse es que las mujeres quedan al cuidado del hogar, de sus propios hijos o de sus hermanos menores.

En pandemia. La investigadora también pone especial atención a la condición actual de confinamiento y con muchos estudiantes en sus casas o sin trabajos, en el caso de los adultos.

“Estamos en alerta por lo que esta educación en pandemia, que cambió totalmente la educación o el modo de dar clases, puede también afectar a los sectores menos favorecidos o más vulnerables”, explica.

El ministro de Educación, Eduardo Petta fue criticado por representantes de la comunidad educativa ayer, por desconocer la realidad de los alumnos que no pueden acceder a aulas virtuales.

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